Final del levantamiento armenio en Shabin-Karahisar
Las noticias sobre las represalias contra la población de origen armenio llevadas a cabo por el gobierno otomano, no tardaron en llegar a la ciudad de Shabin-Karahisar, en la provincia de Giresum en el centro este de la península de Anatolia, en una región conocida como Armenia Occidental.
En abril de 1915, cientos de jóvenes fueron encarcelados de repente y sin ninguna causa, a principios del mes de Junio, fue asesinado el líder religioso de la zona y a los pocos días 200 comerciantes corrieron igual suerte a manos de jinetes kurdos amparados por las autoridades otomanas. Ante esto, quienes estaban en condiciones de hacerlo se levantaron en armas, asesinando a varios soldados y oficiales incendiando los edificios públicos, a la vez que fortificaban un antiguo castillo en los alrededores. En total defendían la posición unos 250 milicianos bajo el mando del célebre líder Hampartsum Boyajian, encuadrados en el Partido Hunchak de tendencia socialdemócrata, del cual sus jefes habían sido ahorcados sin justificación en Constantinopla.
Para hacer frente a la insurrección, las autoridades otomanas reunieron aproximadamente 1.000 soldados, bien pertrechados y dotados de piezas de artillería. A pesar de la ventaja, la lucha duro prácticamente un mes, cuando el 30 de Junio de 1915, sin municiones, los valientes milicianos armenios salieron a luchar con armas blancas en un intento desesperado, siendo masacrados sin piedad.
Concluida la supresión, los oficiales otomanos permitieron que los soldados entraran al castillo y se vengaran, matando y violando a mujeres, como así también a niños y ancianos, los pocos sobrevivientes fueron deportados esa misma jornada, sin ningún tipo de misericordia.
A pesar que la rebelión fue aplastada a sangre y fuego, demostró que fue necesario cuatro veces el número de tropas para derrotar a los rebeldes armenios que con el objetivo de tratar de sobrevivir derrochaban coraje y valentía.