Los avances tecnológicos de finales del siglo XIX e inicios del XX habian permitido llevar el arte de la guerra tanto en el aire como debajo del nivel del mar.
En la mañana del 27 de Septiembre de 1914, un aeroplano Etrich Taube alemán lanzó varias bombas sobre París, específicamente en Aveneu Trocadero y Rue Freyeinet, resultando muerto un hombre mayor y una pequeña niña perdió un pie.
A pesar que desde la victoria en la Batalla del Marne, el peligro de invasión alemana había disminuido, los bombardeos aéreos tenian en vilo a la población civil, lo cual llevó al General Joseph Gallieni, Gobernador Militar de la plaza reforzar las aún rudimentarias baterías aéreas.