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29 de Junio de 1919 – Tratado de Versalles, Cláusulas territoriales


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«Los Estados Unidos de América, el Imperio Británico, Francia, Italia y el Japón, Potencias designadas en el presente Tratado como las principales potencias aliadas y asociadas;

Bélgica, Bolivia, Brasil, China, Cuba, Ecuador, Grecia, Guatemala, Haití, Hedjaz, Honduras, Liberia, Nicaragua, Panamá, Perú, Polonia, Portugal, Rumania, Estado Servo-Croata-Esloveno, Siam, Checoslovaquia y Uruguay,
Que constituyen con las susodichas principales Potencias, las Potencias aliadas y asociadas, por una parte;

y Alemania, por otra parte;

Considerando que a petición del Gobierno imperial alemán se concedió un armisticio a Alemania el 11 de Noviembre de 1918 por las principales Potencias aliadas y asociadas, a fin de poder celebrar con ella un Tratado de Paz.

Considerando que las Potencias aliadas y asociadas están igualmente deseosas de que la guerra a que sucesivamente fueron arrastradas, directa o indirectamente, y que tuvo su origen en la declaración de guerra dirigida el 28 de Julio de 1914 por Austria-Hungría a Serbia, en las declaraciones de guerra dirigidas por Alemania el 1 de Agosto de 1914 a Rusia y el 3 de Agosto de 1914 a Francia, y en la invasión de Bélgica, sea reemplazada por una paz sólida, justa y duradera; las Altas Partes Contratantes (…) han convenido las disposiciones siguientes:

A partir de la entrada en vigor del presente Tratado cesará el estado de guerra. Desde este momento, y a reserva de las disposiciones del presente Tratado, se reanudarán las relaciones oficiales de las Potencias aliadas y asociadas con Alemania o con cualesquiera de los Estados alemanes.

PARTE PRIMERA

Pacto de la Sociedad de Naciones (…)

PARTE SEGUNDA

Fronteras de Alemania

Artículo 27.

Establece las fronteras de Alemania: 1.°con Bélgica, 2.° con Luxemburgo, 3.° con Francia, 4.° con Suiza, 5.° con Austria, 6.° con Checoslovaquia, 7 con Polonia, 8.° con Dinamarca.

PARTE TERCERA

Cláusulas políticas europeas

Sección Primera: Bélgica

Artículo 34. Alemania renuncia además en favor de Bélgica a toda clase de derechos y títulos sobre los territorios que comprenden el conjunto de los círculos de Eupen y Malmedy (…)

Sección Segunda: Luxemburgo

Artículo 40. Alemania renuncia, por lo que concierne al Gran Ducado de Luxemburgo, al beneficio de cualesquiera disposiciones inscritas a su favor en los tratados (…)

Sección Tercera: Orilla izquierda del Rhin

Artículo 42. Se prohíbe a Alemania mantener o construir fortificaciones, sea en la orilla izquierda del Rhin, sea en la orilla derecha, al Oeste de una línea trazada a 50 kilómetros al Este de dicho río.

Artículo 43. Queda igualmente prohibido en la zona definida en el artículo 42, el mantenimiento o la agrupación de fuerzas armadas, sea a título permanente, sea a título temporal, así como las maniobras militares de cualquier naturaleza (…)

Sección Cuarta: Cuenca del Sarre

Artículo 45. En compensación de la destrucción de las minas de carbón en el Norte de Francia, y con cargo al importe de la reparación de daños de guerra debida por Alemania, ésta cede a Francia la propiedad entera y absoluta, franca y libre de cualesquiera deudas o cargas, con derecho exclusivo de explotación, de las minas de carbón situadas en la Cuenca del Sarre (…)

Sección Quinta: Alsacia y Lorena

Habiendo reconocido las Altas Partes contratantes la obligación moral de reparar el daño hecho por Alemania en 1871, tanto al derecho de Francia como a la voluntad de las poblaciones de Alsacia y Lorena, separadas de su patria a pesar de la solemne protesta de sus representantes en la Asamblea de Burdeos, han convenido los artículos siguientes:

Artículo 51. Los territorios cedidos a Alemania en virtud de los preliminares de paz firmados en Versalles el 26 de Febrero de 1871, y del Tratado de Francfort de 10 de Mayo de 1871, quedan reintegrados a la soberanía francesa a partir del armisti cio de 11 de Noviembre de 1918 (…)

Sección Sexta: Austria

Artículo 80. Alemania reconoce, y respetará estrictamente, la independencia de Austria dentro de las fronteras que se fijen en un Tratado celebrado entre dicho Estado y las principales Potencias aliadas y asociadas, y reconoce que esta independencia será inalienable, a no ser con el consentimiento del Consejo de la Sociedad de Naciones.

Sección Séptima: Estado Checoslovaco

Artículo 81. Alemania reconoce, como lo han hecho ya las Potencias aliadas y asociadas, la completa independencia del Estado Checoslovaco (…)

Artículo 82. La frontera entre Alemania y el Estado Checoslovaco estará determinada por la antigua frontera entre Austria-Hungría y el Imperio Alemán, tal como se hallaba en 3 de Agosto de 1914 (…).

Sección Octava: Polonia

Artículo 87. Alemania reconoce, como la han hecho ya las Potencias aliadas y asociadas, la completa independencia de Polonia, y renuncia a favor de Polonia toda clase de derechos y títulos sobre los territorios (aquí se especifican los territorios alemanes que pasan a manos polacas)

Esto, no obstante, las estipulaciones del presente artículo no se aplicarán a los territorios de la Prusia oriental y de la ciudad libre de Danzig (…).

Sección Novena: Prusia oriental

Artículo 94. En la zona comprendida entre la frontera sur del territorio de la Prusia oriental, tal como queda determinada dicha frontera en el artículo 28 de la Parte II (frontera de Alemania) del presente Tratado, y la línea que a continuación se describe, los habitantes serán invitados a manifestar, por medio del sufragio, a qué Estado desean quedar unidos (…).

Sección Décima: Memel

Artículo 99. Alemania renuncia, en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas, a todos sus derechos y títulos sobre los territorios comprendidos entre el mar Báltico, la frontera nordeste de Prusia oriental descrita en el artículo 28 de la Parte II (frontera de Alemania) del presente Tratado, y las antiguas fronteras entre Alemania y Rusia (…)

Sección Decimoprimera: Ciudad libre de Danzig

Artículo 100. Alemania renuncia en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas a todos sus derechos y títulos sobre el territorio comprendido dentro de los límites siguientes (aquí se detallan los límites del territorio de Danzig y sus alrededores)

Artículo 102. Las principales Potencias aliadas y asociadas toman a su cargo el establecimiento como ciudad libre de (…) y estará bajo la protección de la Sociedad de Naciones.

Artículo 104. Se concertará una convención, cuyos términos serán fijados por las principales Potencias aliadas y asociadas y que empezará a regir al mismo tiempo que se establezca la ciudad libre, entre el gobierno polaco y la ciudad libre de Danzig con objeto:

1º) De colocar a la ciudad de Danzig dentro de los límites de la frontera adua nera de Polonia, y de establecer una zona franca en el puerto;

2.°) De asegurar a Polonia, sin restricción alguna, el libre uso del servicio de las vías acuáticas, diques, dársenas, muelles y otras obras situadas en el territorio de la ciudad libre que sean necesarias para las importaciones y exportaciones de Polonia;

3.°) De asegurar a Polonia la intervención y la administración del Vístula y del conjunto de la red ferroviaria (…)

Sección Decimosegunda: Schleswig

Artículo 109. La frontera entre Alemania y Dinamarca se fijará conforme a las aspiraciones de las poblaciones (…).

Sección Decimotercera: Heligoland

Artículo 115. Las fortificaciones, los establecimientos militares y los puertos de las islas de Heligoland y de Dune se destruirán, bajo la inspección de los principales gobiernos aliados, por el gobierno alemán y a su costa, dentro del plazo que fijen aquellos gobiernos (…).

Sección Decimocuarta: Rusia y Estados rusos

Artículo 116. Alemania reconoce y se compromete a respetar, como permanente e inalienable, la independencia de todos los territorios que formaban parte del antiguo imperio de Rusia el 1 de Agosto de 1914.

(…) Alemania acepta definitivamente la anulación de los Tratados de de Brest-Litovsk, así como todos los demás acuerdos o convenios celebrados por ella con el gobierno maximalista de Rusia.

Las Potencias aliadas y asociadas reservan expresamente los derechos de Rusia para obtener de Alemania todas las restituciones y reparaciones que se basen en los principios del presente Tratado (…)

PARTE CUARTA

Derechos e intereses alemanes fuera de Alemania

Artículo 118. Fuera de sus límites de Europa, tales como quedan fijados en el presente Tratado, Alemania renuncia a todos sus derechos, títulos o privilegios relativos a los territorios que hayan pertenecido a ella o a sus aliadas (…)

Sección Primera: Colonias alemanas

Artículo 119. Alemania renuncia a todos sus derechos y títulos sobre sus pose siones de Ultramar en favor de las principales Potencias aliadas y asociadas (…).»

«PARTE QUINTA

Cláusulas militares, navales y aéreas

Con el fin de hacer posible la iniciación de una limitación general de, armamentos de todas las naciones, Alemania se compromete a observar estrictamente las siguientes cláusulas militares, navales y aéreas:

Sección Primera: Cláusulas militares.

CAPITULO PRIMERO

Efectivos y cuadros del ejército alemán

Artículo 159. Las fuerzas militares alemanas serán desmovilizadas y reducidas según las condiciones que se insertan a continuación:

Artículo 160.

(…) Desde ese momento, la totalidad de los efectivos del ejército que constituyen a Alemania no deberá exceder de 100.000 hombres, incluidos los oficiales y depósitos, y será destinado exclusivamente al mantenimiento del orden en el territorio y a la policía de las fronteras (…)

El gran estado mayor general alemán y las organizaciones similares serán disuel tas y no podrán reconstituirse en forma alguna.

CAPITULO SEGUNDO

Armamento. Municiones. Material

Artículo 164. Hasta la época en que Alemania sea admitida como miembro de la Sociedad de Naciones, el ejército alemán no deberá poseer un armamento superior a las cifras que se fijan en el cuadro número 2, anejo a la presente Sección (…).

Artículo 169. Dentro del plazo de dos meses, a partir de la entrada en vigor del presente Tratado, las armas, las municiones y el material de guerra alemán, incluso el destinado a la defensa contra aeronaves, existentes en Alemania y que excedan de las cantidades autorizadas, deberán ser entregados a los gobiernos de las principales Potencias aliadas y asociadas para que sean destruidos o inutilizados. (…)

Artículo 170. Estará estrictamente prohibida la importación en Alemania de armas, municiones y material de guerra, sea cual fuere su naturaleza.

Lo mismo ocurrirá respecto a la fabricación y exportación, con destino a países extranjeros, de armas, municiones y material de guerra, sea cual fuere su naturaleza.

Artículo 171. Estando vedado el empleo de gases asfixiantes, tóxicos o similares, así como los líquidos, a materias o procedimientos análogos (…)

También será igualmente prohibida la fabricación e importación en Alemania de carros blindados, tanques y otros artefactos similares que puedan servir para fines de guerra.

CAPITULO TERCERO

Reclutamiento e instrucción militar

Artículo 173. Quedará suprimido en Alemania todo servicio militar universal obligatorio.

El ejército alemán sólo podrá constituirse y reclutarse por medio de enganches voluntarios (…).

CAPITULO CUARTO

Fortificaciones

Artículo 180. Todas las fortalezas y obras fortificadas de campaña, situadas en territorio alemán a occidente de la línea trazada a 50 kilómetros al este del Rhin, serán desarmadas y desmanteladas.

Sección Segunda: Cláusulas navales

Artículo 181. Pasados dos meses desde la entrada en vigor del presente Trata do, las fuerzas de la flota alemana de guerra no deberán exceder, en buques armados, de (…)

En dichas fuerzas no se deberá comprender ningún barco submarino.

Artículo 190. Queda prohibido a Alemania construir o adquirir otros buques de guerra que los que se destinen a reemplazar a las unidades armadas previstas en el presente Tratado(…)

Sección Tercera: Cláusulas referentes a la aeronáutica militar y naval.

Artículo 198. Las fuerzas militares de Alemania no pueden tener aviación militar y naval (…)»

«PARTE SEPTIMA

Sanciones

Artículo 227. Las Potencias aliadas y asociadas acusan públicamente a Guillermo II de Hohenzollern, ex-Emperador de Alemania, por la ofensa suprema contra la moral internacional de la santidad de los Tratados.

Artículo 228. El gobierno alemán reconoce a las Potencias aliadas y asociadas el derecho de llevar ante sus tribunales militares a los acusados de haber cometido actos contrarios a las leyes y a las costumbres de la guerra (…)

PARTE OCTAVA

Reparaciones

Sección Primera: Disposiciones generales

Artículo 231. Los gobiernos aliados y asociados declaran, y Alemania reconoce, que Alemania y sus aliados son responsables, por haberlos causado, de todos los daños y pérdidas infligidos a los gobiernos aliados y asociados y sus súbditos a con secuencia de la guerra que les fue impuesta por la agresión de Alemania y sus aliados.

Artículo 232. Los gobiernos aliados y asociados reconocen que los recursos de Alemania no son suficientes —teniendo en cuenta la disminución permanente de los mismos, que resulta de las demás disposiciones del presente Tratado— para asegurar la reparación completa de todos los expresados daños y pérdidas.

Los gobiernos aliados y asociados exigen, sin embargo, y Alemania se compromete a ello, que sean reparados todos los daños causados a la población civil de cada una de las Potencias aliadas y asociadas, o a sus bienes, mientras cada una haya sido beligerante con Alemania, en virtud de dicha agresión por tierra, por mar y por los aires, y, en general todos los daños (…)

Artículo 233. El importe de dichos daños, cuya reparación corresponde a Alemania, será fijado por una Comisión interaliada, que llevará el nombre de Comisión de Reparaciones (…)»

«PARTE DECIMOCUARTA

Garantías de Ejecución

Sección Primera: Europa Occidental

Artículo 428. A título de garantía de ejecución, por parte de Alemania, del presente Tratado, los territorios alemanes situados al oeste del Rhin, juntamente con las cabezas de puente, serán ocupadas por las tropas de las Potencias aliadas y asociadas durante un período de quince años, desde que entre en vigor el presente Tratado (…).

Sección Segunda: Europa Oriental

Artículo 433. En garantía de la ejecución de las disposiciones del presente Tratado, por las cuales reconoce Alemania definitivamente la derogación del Tratado de Brest-Litovsk y de todos los tratados, convenios y arreglos concertados por ella con el gobierno maximalista de Rusia y a fin de asegurar el restablecimiento de la paz y de un buen gobierno de las provincias bálticas y en Lituania, todas las tropas alemanas que se encuentran actualmente en dichos territorios regresarán al interior de las fronteras de Alemania, en cuanto los gobiernos de las principales Potencias aliadas y asociadas estimen llegado el momento, teniendo en cuenta la situación interior de dichos territorios (…).»

Versalles, 29 de Junio de 1919

 
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Publicado por en 29 junio, 2019 en 1919, Claves, Tratados

 

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28 de Junio de 1919 – Pacto de la Sociedad de Naciones


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“Las Altas Partes Contratantes: Considerando que para fomentar la cooperación entre las naciones y para garantizarles la paz y la seguridad, importa:

Aceptar ciertos compromisos de no recurrir a la guerra;

Mantener a la luz del día relaciones internacionales, fundadas sobre la justicia y el honor;

Observar rigurosamente las prescripciones del Derecho Internacional, reconocidas de aquí en adelante como regla de conducta efectiva de los gobiernos;

Hacer que reine la justicia y respetar escrupulosamente todas las obligaciones de los Tratados en las relaciones mutuas de los pueblos organizados;

Adoptan el presente Pacto, que constituye la Sociedad de las Naciones.

Artículo 1. Serán miembros originarios de la Sociedad de las Naciones aquellos de los firmantes cuyos nombres figuren en el anexo al presente Pacto, así como los Estados, igualmente nombrados en el anexo, que se hayan adherido al presente (…)

Artículo 2. Las funciones de la Sociedad, tal como quedan definidas en el presente Pacto, se ejercerán por una Asamblea y por un Consejo, asistidos por una Secretaría permanente.

Artículo 3. La Asamblea se compondrá de Representantes de los miembros de la Sociedad.

La Asamblea se reunirá en épocas determinadas, y en cualquier otro momento si las circunstancias lo exigen, en la sede de la Sociedad o en cualquier otro lugar que se designe.

La Asamblea entenderá de todas las cuestiones que entren en la esfera de actividades de la Sociedad o que afecten a la paz del mundo.

Cada miembro de la Sociedad no podrá tener más de tres representantes en la Asamblea, y no dispondrá de más de un voto (…)

Artículo 4. El Consejo se compondrá de representantes de los Estados Unidos de América, del Imperio Británico, de Francia, de Italia y del Japón, así como de re presentantes de otros cuatros miembros de la Sociedad. Estos cuatro miembros serán designados libremente por la Asamblea y en las épocas que estime convenientes. Hasta la primera designación de la Asamblea, los representantes de Bélgica, de España y de Grecia serán miembros del Consejo (…)

El Consejo entenderá de todas las cuestiones que entre dentro de la esfera de actividad de la Sociedad o que afecten a la paz del mundo.

Artículo 5. Salvo expresa disposición contraria del presente Pacto, las decisiones de la Asamblea o del Consejo se tomarán por unanimidad de los miembros re presentados en la reunión (…)

Artículo 6. La Secretaría permanente estará establecida en el lugar de residencia de la Sociedad. Estará compuesta de un Secretario general y por los secretarios y per sonal que sean necesarios. (…)

Artículo 7. La sede de la Sociedad se establecerá en Ginebra (…)

Artículo 8. Los miembros de la Sociedad reconocen que el mantenimiento de la paz exige la reducción de los armamentos nacionales al mínimo compatible con la seguridad nacional y con la ejecución de las obligaciones internacionales impuestas por una acción común (…)

Artículo 10. Los miembros de la Sociedad se comprometen a respetar y a mantener contra toda agresión exterior la integridad territorial y la independencia política presente de todos los miembros de la Sociedad. En caso de agresión, de amenaza o de peligro, el Consejo determinará los medios para asegurar el cumplimiento de esta obligación.

Artículo 11. Se declara expresamente que toda guerra o amenaza de guerra, afecte o no directamente a alguno de los miembros de la Sociedad, interesa a la Sociedad entera, la cual deberá tomar las medidas necesarias para garantizar eficazmente la paz de las naciones. (…)

Artículo 16. Si un miembro de la Sociedad recurriese a la guerra, a pesar de los compromisos contraídos (..) se le considerará ipso facto como si hubiese cometido un acto de guerra contra todos los demás miembros de la Sociedad (…) “

Versalles, 28 de junio de 1919

 
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Publicado por en 28 junio, 2019 en 1919

 

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l6 de Junio de 1919 – Negativa aliada a las propuestas alemanas en Versalles


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Señor Presidente:

Las Potencias aliadas y asociadas han otorgado la más escrupulosa consideración a las observaciones presentadas por la delegación alemana sobre las condiciones de paz.

La respuesta alemana protesta contra la paz, primero por juzgarla en contradicción con las condiciones que han servido de base al Armisticio deI 11 de Noviembre; después, por constituir una paz de violencia y no una paz de justicia. (…)

En consecuencia, las Potencias aliadas y asociadas estiman necesario el comenzar su respuesta por una exposición precisa de su criterio sobre la guerra, criterio que, en realidad, es el de la totalidad del mundo civilizado.

Según la opinión de las Potencias aliadas y asociadas, la guerra que estalló el primero de Agosto de 1914, constituye el crimen más grande contra la humanidad y la libertad de los pueblos, que haya sido conscientemente realizado por una nación que pretende ser civilizada. (…)

La responsabilidad de Alemania no se limitó al hecho de haber querido y desencadenado la guerra. Alemania es igualmente responsable por su manera salvaje e inhumana de conducirse durante la guerra.

Los alemanes fueron los primeros que han hecho uso de los gases tóxicos, a pesar de los terribles sufrimientos que debía producir su ejemplo. Ellos tomaron la iniciativa de los bombardeos por medio de aviones, de disparos a larga distancia sobre las ciudades, sin razón militar, con el único objeto de menguar la moral de los adversarios, alcanzando a las mujeres y a los niños. Ellos comenzaron la campaña submarina, provocación de piratas al derecho internacional, condenando a muerte a un gran número de pasajeros y de marinos inocentes, en pleno océano, lejos de todo socorro, a mer ced de los vientos y de las olas y, lo que es peor todavía, a merced de las tripulaciones de los submarinos. (…)

La terrible responsabilidad que gravita sobre Alemania se resume en el he cho que sepultados en Europa yacen siete millones de muertos, al propio tiempo que veinte millones de supervivientes, con sus heridas y sus sufrimientos, testimonian el hecho de que Alemania, por medio de la guerra, ha querido satisfacer su pasión de tiranía.

Las Potencias aliadas y asociadas creen que faltarían a aquellos que lo han sacrificado todo por salvar la libertad del mundo sí transigieran en no considerar esta guerra como un crimen contra la humanidad y el derecho. (…)

Así pues, la justicia es la sola base posible para saldar las cuentas de esta guerra terrible (…) He ahí por qué las Potencias aliadas y asociadas han declarado insistentemente que Alemania, como condición primordial del Tratado, debe llevar a cabo una obra de reparación hasta el extremo límite de su capacidad, porque la reparación de los daños causados constituye la esencia de la justicia (…)

Alemania ha arruinado las industrias, las minas y las fábricas de los países limí trofes. Las destruyó, no durante la batalla, sino con el propósito deliberado y calculado de permitir a su industria apoderarse de los mercados de esos países, antes de que esa industria hubiera podido reponerse de la devastación realizada (…) Alguien debe sufrir las consecuencias de la guerra. ¿Quién debe sufrir? ¿Alemania o solamente los pueblos a los cuales Alemania ha causado daños? (…)

Las Potencias aliadas y asociadas han examinado con solicitud la petición presentada por la delegación alemana tendente a conseguir la admisión de Alemania en la Sociedad de las Naciones. No pueden acceder a esta petición.

En el estado actual del sentimiento público internacional, no es posible esperar de las naciones libres del mundo que se asocien inmediatamente y en un pie de igualdad con las que les han causado daños tan graves (…)

Para terminar, las Potencias aliadas y asociadas deben afirmar claramente que esta carta y el adjunto memorándum constituyen su última palabra (…)

En consecuencia, las Potencias aliadas y asociadas esperan de la delegación alemana, en el plazo de cinco días a contar desde la fecha de la presente comunicación, una declaración participándoles que está dispuesta a firmar el Tratado en su forma actual.

Si la delegación alemana declara, en el término de cinco días, que está dispuesta a firmar el Tratado tal y como es actualmente, serán tomadas las medidas necesarias para la firma inmediata de la paz en Versalles.

A falta de tal declaración, la presente comunicación constituye la advertencia prevista por el artículo II de la Convención del 16 de Enero de 1919, prolongan do el armisticio firmado el 11 de Noviembre de 1918 y ya prolongado por las Convenciones de 13 de Diciembre de 1918 y 16 de Enero de 1919. Se considerará terminado, en consecuencia, el mencionado Armisticio, y las Potencias aliadas y asociadas tomarán las medidas que juzguen necesarias para imponer sus condiciones.

Aceptad, señor Presidente, la seguridad de mi mayor consideración.

Carta de Clemenceau, presidente de la Conferencia de Paz, al conde Brockdorff Rantzau, presidente de la delegación alemana

Versalles, l6 de junio de 1919

 
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Publicado por en 16 junio, 2019 en 1919

 

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25 de Marzo de 1919 – Memorandum de Lloyd George


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Las posturas divergentes de los vencedores: Lloyd George

«Desde todos los puntos de vista, me parece que debemos esforzarnos por establecer un acuerdo de paz como si fuéramos árbitros imparciales, olvidándonos de las pasiones de la guerra.

Este acuerdo deberá tener tres objetivos: ante todo, hacer justicia a los Aliados, teniendo en cuenta la responsabilidad de Alemania en los orígenes de la guerra y en los métodos de guerra; seguidamente, el acuerdo debe ser de tal manera que un gobierno alemán consciente de sus responsabilidades pueda firmarlo estimando que podrá cumplir las obligaciones que hay suscrito; por último, este acuerdo no deberá tener ninguna cláusula cuya naturaleza pueda provocar nuevas guerras, y deberá ofrecer una alternativa al bolchevismo, porque será para las gentes razonables una solución igualitaria del problema europeo.»

Las posturas divergentes de los vencedores: Wilson

«Espero que Vd. esté de acuerdo, en principio, como el Sr. Lloyd George en la moderación que es necesario mostrar con Alemania. No queremos ni podríamos destruirla: nuestro mayor error sería darle razones poderosas para que quisiera un día tomarse la revancha. Cláusulas excesivas sembrarían la semilla segura de la guerra (…)

Es necesario que evitemos dar a nuestros enemigos la impresión de injusticia. No temo para el futuro las guerras preparadas por complots secretos de los gobiernos, sino más bien los conflictos creados por el descontento de las poblaciones. Si nos hacemos a nosotros mismos culpables de injusticia, ese descontento es inevitable.»

El Presidente Wilson dirigiéndose a Clemenceau en el Consejo de los 4

Las posturas divergentes de los vencedores: Clemenceau

«Tomo acta de las palabras y de las excelentes intenciones del Presidente Wilson. Él elimina el sentimiento y el recuerdo: es ahí donde tengo una observación que hacer respecto a lo que acaba de decir. El presidente de EE.UU. desconoce el fondo de la naturaleza humana. El hecho de la guerra no puede ser olvidado. América no ha visto esta guerra de cerca durante los tres primeros años; nosotros, durante ese tiempo, perdimos un millón y medio de hombres. No nos queda mano de obra. Nuestros amigos ingleses, que han perdido menos que nosotros, pero lo bastante para haber también sufrido mucho, me comprenderán.

Las pruebas que hemos debido pasar han creado un sentimiento profundo sobre las reparaciones que nos son debidas; y no se trata sólo de reparaciones materiales: la necesidad de reparaciones morales no es menos fuerte (…)

Buscáis hacer justicia a los alemanes. No penséis que ellos nos van a perdonar, buscarán la ocasión de la revancha, nada destruirá la rabia de aquellos que han querido establecer su dominación en el mundo y que se han creído tan cerca de conseguirlo.»

El jefe de gobierno francés, Georges Clemenceau, dirigiéndose al Consejo de los 4

 
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Publicado por en 25 marzo, 2019 en 1919

 

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Pangermanismo posterior a la Primera Guerra Mundial


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Tras la derrota en dicha guerra la influencia de las élites alemanas sobre Europa central y oriental se redujo notablemente. En el Tratado de Versalles el territorio de Alemania fue sustancialmente reducido y el Imperio austrohúngaro fue dividido en diversos estados entre las diversas etnias que lo componían. El nuevo y reducido estado austriaco adoptó el nombre de Austria Alemana (Deutschösterreich), pese a que seguián existiendo en su seno numerosas minorías étnicas de habla no alemana. Una división étnica exacta del antiguo imperio austrohúngaro hubiera resultado imposible. Con un territorio reducido y sin una salida al mar este estado votó por abrumadora mayoría la unificación con Alemania. Tanto esta denominación como la unificación con Alemania fueron tajantemente prohibidas por las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial. Los alemanes del Volga que quedaron en zonas dominadas por la Unión Soviética fueron internados en gulags o desplazados durante la Gran Guerra Patriótica.

La Vuelta al Imperio (Heim ins Reich) fue un objetivo político perseguido por los nazis que intentaban convencer a los alemanes que vivían fuera de Alemania (por ejemplo en los Sudetes) de que deberían luchar para anexionar dichas regiones a la Gran Alemania.

 
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Publicado por en 30 noviembre, 2018 en Claves

 

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Armisticio del 11 de noviembre de 1918


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El Armisticio del 11 de noviembre de 1918, también conocido como Armisticio de Compiègne, fue un tratado firmado el 11 de noviembre de 1918 entre los Aliados y el Imperio alemán, en un vagón de un tren en el bosque de Compiègne, con el fin de terminar las hostilidades en el Frente Occidental en la Primera Guerra Mundial.

Pintura que representa a la firma del armisticio en el vagón. De izquierda a derecha están el Almirante alemán Ernst Vanselow, el Conde alemán Alfred von Oberndorff del Ministerio de Relaciones Exteriores, el General alemán von Winterfeldt Detlof (con casco), el Oficial Naval británico Capitán Jack Marriott, y de pie delante de la mesa, Matthias Erzberger, jefe de la delegación alemana. Detrás de la mesa están los dos oficiales de la marina británica, el Contraalmirante George Hope, Primer Lord del Mar almirante sir Rosslyn Wemyss, y los representantes de Francia, el Mariscal Ferdinand Foch (de pie), y el General Maxime Weygand.

Para la entente, los participantes eran completamente militares:

  • El Mariscal de Francia Ferdinand Foch, comandante supremo de los Aliados.
  • El General Maxime Weygand, jefe de Estado Mayor de Foch (posteriormente Comandante en Jefe en 1940).
  • Primer Lord del Mar Almirante Rosslyn Wemyss, representante británico.
  • Contralmirante George Hope, oficial de la marina británica.
  • El Capitán Jack Marriott, oficial de la marina británica.

Por el Imperio alemán:

  • Matthias Erzberger, un político civil.
  • El Conde Alfred von Oberndorff, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
  • El Mayor General Detlof von Winterfeldt, del Ejército
  • El Capitán Ernst Vanselow, de la Marina.

El General Weygand no se menciona en la copia francesa del documento armisticio.

Términos

Los siguiente términos que figuran son los principales:1

  • Terminación de las hostilidades militares dentro de las seis horas de la firma.
  • El retiro inmediato de todas las tropas alemanas de Francia, Bélgica, Luxemburgo y Alsacia-Lorena.
  • Posterior eliminación de todas las tropas alemanas del territorio en el lado oeste del Rin, más de 30 km a la redonda del lado derecho del Rin, también de las ciudades de Maguncia, Coblenza y Colonia con el consiguiente ocupación de ellas por las tropas aliadas y estadounidenses.
  • La eliminación de todas las tropas alemanas en el Frente Oriental del territorio alemán, ya que era el 1 de agosto de 1914.
  • La renuncia del Tratado de Brest-Litovsk con Rusia y del Tratado de Bucarest con Rumania.
  • El internamiento de la flota alemana.
  • Entrega de material: 5000 cañones, 25 000 ametralladoras, 3000 morteros, 1700 aviones, 5000 locomotoras y 150 000 vagones de ferrocarril.

Portada del The New York Times en el día del Armisticio, el 11 de noviembre 1918.

 
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Publicado por en 11 noviembre, 2018 en 1918, Claves

 

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Muchos protagonistas de la Primera Guerra Mundial creyeron que sería la última


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  • El gran protagonista involuntario del conflicto fue el archiduque Francisco Fernando de Austria, cuyo asesinato desató el conflicto.
  • Millones de europeos acogieron con júbilo el armisticio firmado en 1918, creyendo desterrada para siempre la guerra de sus vidas.
El archiduque Francisco Fernando y su esposa Sophie minutos antes del atentado que les costó la vida

El archiduque Francisco Fernando y su esposa Sophie minutos antes del atentado que les costó la vida

Algunos de los principales protagonistas de la Primera Guerra Mundial, que llevó a Europa a la enfrentarse, pensaron que se trataría de una guerra para acabar con todas las guerras, por la enorme perdida de vidas y destrucción que acarreó en el Viejo Continente. Así lo creían, erroneamente, muchos de los que acogieron con júbilo el armisticio de las 11 horas del día 11 del mes 11 de 1918.

– Gavrilo Princip (1894-1918): estudiante nacionalista serbio de Bosnia-Herzegovina, entonces bajo dominio austrohúngaro, mató a tiros el 28 de junio de 1914 en Sarajevo al heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando, y a su esposa Sofía.

Este atentado desencadenó el engranaje diplomático-militar que desembocó en la Primera Guerra Mundial. Muerto de tuberculosis en abril de 1918 en la cárcel, ha sido considerado como un héroe en la Yugoslavia monárquica, la de Tito, y en la Serbia actual.

– Francisco Fernando de Austria (1863-1914): heredero del emperador Francisco José, este archiduque de Austria era favorable al federalismo para reemplazar el dualismo austrohúngaro. Fue asesinado con su esposa Sofía en Sarajevo el 28 de junio de 1914 por el estudiante nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip.

Su asesinato, debido al juego de rivalidades y alianzas entre las grandes potencias, desencadenó la Primera Guerra Mundial.

– Francisco José (1830-1916): emperador de Austria y rey de Hungría. Este Habsburgo, viudo de la célebre Sisi, es en 1914 el decano de los soberanos europeos. Tras llegar al trono de Austria luego de la revolución de 1848, reinó como monarca absoluto antes de verse obligado a realizar una política más liberal.

Al declarar la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914, un mes después del asesinato de su sobrino y heredero Francisco Fernando en Sarajevo, activó la crisis militar que precipitaría el conflicto mundial.Murió durante la guerra, en noviembre de 1916.

– Guillermo II (1859-1941): último rey de Prusia y emperador de Alemania. Nieto por parte de madre de la reina Victoria, subió al trono en 1888 y echó a Bismarck. Apoyándose en el campo conservador, el káiser puso en marcha una política expansionista y colonialista.

Aunque era primo de Nicolás II, rompió la alianza tradicional con Rusia para acercarse a Austria y a Italia. Tras fomentar la intransigencia austriaca, y bajo presión de su estado mayor, transformó la crisis austroserbia en conflicto mundial al declarar la guerra a Rusia el primero de agosto, después a Francia el 3 e invadir Bélgica el mismo día. Se vio obligado a abdicar el 9 de noviembre de 1918 y a exiliarse en Holanda.

– Nicolás II (1868-1918): último zar de Rusia. Sucesor de Alejandro III,subió al trono en 1894 y confirmó la alianza franco-rusa.  En 1904-1905 metió a su país en la desastrosa guerra ruso-japonesa que provocó la primera revolución rusa. Su decisión de decretar una movilización general contra Austria el 30 de julio de 1914 llevó a Alemania a entrar en guerra. Nicolás II se vio obligado a abdicar en la «revolución de febrero» en 1917, y fue asesinado junto a su esposa e hijos por los bolcheviques el 17 de julio de 1918.

 Raymond Poincaré (1860-1934): presidente del Consejo francés en 1912 y 1913, y de la República hasta 1920. Desde hacía tiempo abogaba por una política de firmeza ante Alemania. Aunque se mantuvo al margen de la crisis del verano de 1914, sus adversarios le colgaron el apodo de «Poincaré la guerra». Defensor del laicismo (valor de izquierda) y el patriotismo (de derecha), este político frío y a menudo presentado como falto de imaginación instó a partir de agosto de 1914 a «la unión sagrada» de todos los franceses. La fórmula tendría un enorme éxito y a partir de 1920 disfrutó de gran prestigio.

– Herbert Asquith (1852-1928): primer ministro británico de 1908 a 1916, este liberal de convicciones pacifistas intentó mediar sin éxito cuando la crisis empeoraba a finales de julio, lo que hizo pensar a Berlín que Londres se quedaría al margen del conflicto. Sin embargo, estaba convencido de que había que impedir que Alemania –que desafiaba la supremacía naval de Gran Bretaña– dominara la Europa continental. La invasión de Bélgica, un país neutral, por las tropas alemanas despejó las últimas dudas de Londres, que se puso del lado de los aliados y declaró la guerra a Alemania el 4 de agosto.

– Alberto I (1875-1934): rey de los belgas. En el trono desde 1909, tomó parte activa, junto a los aliados, en la Primera Guerra Mundial tanto en el plano militar como en el diplomático, lo que le valió el apodo de «rey caballero». Apasionado por el alpinismo, murió en 1934 en un accidente de escalada.

 Pedro I de Serbia (1844-1921): este serbio francófilo y liberal se alistó en la Legión Extranjera en 1870, con el nombre de Pierre Kara.Fue entronizado en 1903, pero en junio de 1914, debido a su estado de salud, designa a su hijo Alejandro como príncipe regente, dejándole la responsabilidad de las operaciones militares durante la guerra.

– Enver Pacha (1881-1922): uno de los jefes de la revolución de los Jóvenes Turcos, se convirtió en miembro de la familia imperial y arrastró al Imperio Otomano al campo de las potencias centrales. Ministro de la guerra y jefe de Estado Mayor, en abril de 1915 dio luz verde a la deportación en masa de armenios otomanos, que dejaría un millón de muertos. Poco después de la victoria de los aliados dimitió y huyó a Alemania. Fue condenado a muerte en ausencia.

 
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Publicado por en 11 noviembre, 2018 en 1918

 

Armisticio con Bulgaria – 24 de Septiembre de 1918


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El Armisticio con Bulgaria, también conocido como Armisticio de Tesalónica, fue firmado el 29 de septiembre de 1918 en la Convención de Armisticio de Bulgaria en Salónica, Grecia, entre el Reino de Bulgaria y la Potencias Aliadas. La convención se convocó a petición del gobierno búlgaro que, el 24 de septiembre de 1918, había solicitado un alto el fuego. El armisticio puso fin a la participación efectiva de Bulgaria en Primera Guerra Mundial en el bando de las Potencias Centrales, y reguló la desmovilización y el desarme de las fuerzas armadas búlgaras.

Los firmantes que participaron fueron el general francés Franchet d’Esperey en nombre de la Entente y una comisión nombrada por el gobierno búlgaro, integrada por el general Ivan Lukov (miembro del estado mayor del ejército), Andrei Liapchev (miembro del gabinete), y S. Radev (diplomático).

Términos del armisticio con Bulgaria según un documento del senado estadounidense.

Términos

Los términos del armisticio exigían a la desmovilización inmediata de la unidades militares búlgaras. Se ordenaba la evacuación de los territorios griegos y serbios ocupados por Bulgaria y se establecían límites y restricciones al tamaño del ejército de Bulgaria a la vez que se reclamaba a esta la devolución del equipo militar que había capturado del IV Cuerpo de Ejército griego durante la ocupación del sur de Macedonia en 1916. El documento permanecía vigente hasta que se firmase un tratado de paz general (véase Tratado de Neuilly-sur-Seine).

 
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Publicado por en 29 septiembre, 2018 en 1918, Tratados

 

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Soldados franceses en Granezza después de la victoriosa batalla del río Piave


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THE ALLIED ARMIES ON THE ITALIAN FRONT, 1917-1918

Soldados franceses distribuyendo banderas francesas a niños italianos , 14 de julio de 1918. Fotografía posiblemente tomada en Granezza durante las celebraciones después de la victoriosa batalla del río Piave . Fotografía: Ernest Teniente Brooks .

 
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Publicado por en 14 julio, 2018 en Imagenes

 

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Tratado de Brest-Litovsk – 3 de Marzo de 1918


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Fronteras impuestas por Alemania a Rusia en Brest-Litovsk

La Paz de Brest-Litovsk fue un tratado de paz firmado el 3 de marzo de 1918 en la ciudad bielorrusa de Brest-Litovsk (entonces bajo soberanía rusa, actual Brest) entre el Imperio alemán, Bulgaria, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano y la Rusia soviética. En el tratado, Rusia renunciaba a Finlandia, Polonia, Estonia, Livonia, Curlandia, Lituania, Ucrania y Besarabia, que a partir de entonces quedaron bajo el dominio y la explotación económica de los Imperios Centrales. Asimismo, entregó Ardahan, Kars y Batumi al Imperio otomano. Con este tratado, Alemania reforzó el frente occidental con efectivos orientales.

La derrota alemana en la Primera Guerra Mundial anuló el tratado, y todas las pérdidas rusas habían sido recuperadas para 1940. Solamente Finlandia y Turquía, sucesora del Imperio otomano, conservaron los territorios recibidos en Brest-Litovsk.

Antecedentes

Últimas maniobras militares

La entrada del Imperio ruso en la Primera Guerra Mundial significó el incremento de las penurias económicas que sufrían sus habitantes, quienes en su mayoría vivían en situación de completa pobreza; las derrotas militares y la creciente incompetencia del régimen zarista exacerbaron el descontento de las masas rusas contra sus gobernantes. Para febrero de 1917, el descontento popular contra la guerra fue uno de los factores que impulsaron la abdicación del Zar Nicolás II, ante la amenaza de una sublevación masiva contra la monarquía. El Gobierno Provisional Ruso de Aleksandr Kérensky tomó el poder, aunque competía con el Soviet de Petrogrado. Pese a que la mayoría de la población rusa deseaba concluir el conflicto contra los Imperios Centrales, Kérensky se negó a terminar la guerra, argumentando que la incapacidad del mando militar zarista era la principal causa de las derrotas y que una victoria importante incrementaría la fortaleza de su gobierno.

Conscientes de la inestable situación política en Rusia, el gobierno del Imperio Alemán decidió permitir la entrada en territorio ruso a Vladímir Lenin desde su exilio en Suiza, con el objetivo de ayudar al movimiento anti-bélico de Rusia, promovido por los bolcheviques y los anarquistas; los alemanes esperaban así debilitar más a Rusia «sembrando pacifistas». Lenin salió de Suiza y cruzó Alemania de sur a norte en un tren blindado, luego agentes del gobierno alemán le facilitaron pasar a Dinamarca y desde allí fue enviado a Finlandia, entonces provincia del Imperio Ruso. Por tierra, Lenin llegó a Rusia el 3 de abril de 1917, para liderar a los socialistas más extremos, denominados bolcheviques; para finales de este mes, dos millones de soldados rusos habían desertado en un período de dos meses.

La nueva ofensiva del Gobierno Provisional, llamada Ofensiva Kérenski, se convirtió en una jugada política clave para el sostenimiento del propio régimen. Los soviéticos, por su parte, ofrecían a las masas terminar la guerra bajo condiciones irreales, ya que aseguraban que podrían obtener la paz sin que Rusia debiera ceder territorio ni pagar indemnizaciones de guerra.

La Ofensiva Kérenski se ejecutó el 1 de julio, y rápidamente se convirtió en un desastre, por la superioridad material de las tropas alemanas y la desmoralización de los soldados rusos, aún dirigidos por un cuerpo de oficiales de origen aristocrático mayormente incompetente. La efectiva propaganda soviética anti-bélica ya había hecho efecto en los soldados reclutados, en su mayoría campesinos, que veían a la guerra como un obstáculo para el inicio de la revolución y como una inútil pérdida de vidas, además de ser la causante de mayores penurias y privaciones para las masas. El 14 de julio, después de haber conseguido tímidos progresos, la ofensiva rusa se estancó, siendo la principal causa la deserción masiva de las tropas. Para septiembre, el frente oriental se empezó a desmoronar con un nuevo avance de los alemanes.

Intentando salvar al ejército ruso de su propia destrucción, el general Kornílov encabezó un fallido golpe de estado, el golpe de Kornílov, en agosto. La repercusión del golpe fue negativa para Kérensky: los conservadores le retiraron su apoyo luego de haber arrestado (traicionado según ellos) a los líderes golpistas, y las clases populares desconfiaron aún más en Kérensky, al que acusaron de haber apoyado inicialmente a Kornílov.

Para inicios de noviembre de 1917, la posición de Kérensky era lo suficientemente frágil para la ejecución de una «segunda revolución». Esta ocurrió el 7 de noviembre, con un exitoso levantamiento de los bolcheviques en San Petersburgo, que dio inicio a la Revolución Rusa.

Negociaciones iniciales

Trotsky, con abrigo negro, llega a Brest-Litovsk al inicio de las negociaciones en diciembre de 1917.

 La Revolución de Octubre, realizada en noviembre de 1917, llevó a Lenin y a los bolcheviques al poder. Inmediatamente se iniciaron las negociaciones para sacar a Rusia de la I Guerra Mundial. El 1 de diciembre se iniciaron las negociaciones para la firma de un armisticio. El 16 de diciembre dicho armisticio fue firmado, suspendiéndose las maniobras militares en todo el frente oriental al día siguiente, desde Lituania hasta la Transcaucasia.

León Trotsky, que era el Comisario de Relaciones Exteriores del gobierno bolchevique, trató de prolongar lo máximo las negociaciones, que se iniciaron en Brest-Litovsk el 22 de diciembre. Dicha localidad era donde estaban ubicados los Cuarteles General alemanes del Frente Oriental. Trotsky se reunió con los siguientes representantes enemigos: el Comandante alemán del Frente Oriental, general Max Hoffmann, el Secretario alemán de Relaciones Exteriores, Richard von Kühlmann, el Ministro de Relaciones Exteriores austro-húngaro, el conde checo Ottokar Czernin, y el Gran Visir otomano, Mehmet Talat.

 

Trotsky se encontraba ubicado entre dos alas de los bolcheviques, cada una con distintas propuestas de finalizar la guerra.

Delegados de las Potencias Centrales: de izquierda a derecha: el conde Ottokar Von Czernin, ministro de exteriores austrohúngaro, Richard von Kühlmann, su colega alemán, y Vasil Radoslavov, primer ministro búlgaro.

Una ala radical, liderada por Nikolái Bujarin, aseguraba que las negociaciones debían iniciarse con el mero objetivo de ganar suficiente tiempo para que el recién creado Ejército Rojo se fortaleciese. Bujarin estipulaba que las negociaciones también revelarían las ambiciones territoriales de las Potencias Centrales, y que esto inspiraría a los obreros de Europa a alzarse en una lucha por el socialismo. Bujarin afirmaba que una paz duradera entre un estado capitalista y una república socialista no era posible, y se oponía firmemente a la firma de cualquier tratado.

La otra ala, representada por Lenin, consideraba que si bien la revolución obrera en Alemania era inminente, el gobierno del kaiser era muy fuerte todavía. Según Lenin, continuar la guerra significaría la efectiva invasión de Rusia por los alemanes y la caída del régimen bolchevique por causa de su propia debilidad militar. Afirmaba Lenin que el posterior estallido de otras revoluciones soviéticas en el resto de Europa permitiría a Rusia recuperar el terreno cedido a los alemanes, pero que era necesario que el gobierno bolchevique ruso sobreviviera hasta entonces. De esta manera, aunque concordaba con alargar las negociaciones de paz lo más posible, la llegada de un ultimátum alemán debía forzar la firma de un tratado de paz, con el objetivo de sacar a la naciente Rusia soviética de la guerra a cualquier precio.

Representantes de las Potencias Centrales:de izquierda a derecha: Hoffman, general alemán, von Czernin, ministro de asuntos exteriores austrohúngaro, Talaat Pasha, su colega otomano y von Kühlman, su equivalente alemán

Trotsky intentó conciliar ambas posturas, asegurando que si bien el joven Ejército Rojo era muy débil aún como para armar una fuerte resistencia al avance alemán, la firma de un tratado de paz debilitaría la posición bolchevique, dándole credibilidad a las acusaciones de sus opositores políticos (el Movimiento Blanco dentro de Rusia, y los gobiernos adheridos a la Triple Entente), quienes afirmaban que los bolcheviques estuvieron aliados secretamente con Alemania durante toda la guerra para así subir al poder en Rusia. Trotsky creía en retrasar las negociaciones, esperando el ultimátum alemán, que sería rechazado. Este rechazo motivaría un levantamiento obrero en Alemania en contra de la guerra, pues Trotsky creía que los obreros alemanes rehusarían continuar una guerra sólo por ganancias territoriales en territorio ruso que no beneficiarían a las masas trabajadoras.

En 1925 Trotsky escribiría:

Iniciamos las negociaciones de paz con la esperanza de que se alzasen los partidos obreros en Alemania y el Imperio austrohúngaro, así como en las naciones de la Triple Entente. Por este motivo fuimos obligados a retrasar las negociaciones lo más posible para que el obrero europeo tuviera tiempo para entender el principal objetivo de la Revolución soviética y, particularmente, su política de paz.

Edición especial del Lübeckischen anuncios

El 10 de febrero de 1918, incapaz de seguir alargando las negociaciones ante las Potencias Centrales (que ya duraban casi dos meses) y ante la impaciencia de los representantes alemanes y austriacos, Trotsky se retiró de la mesa de negociaciones, rechazando de plano las duras condiciones alemanas para la paz. Inmediatamente, los delegados alemanes le informaron que el armisticio finalizaría el 17 de febrero, respetando las condiciones de avisar al enemigo una semana antes y desde el día 18 tropas germanas reiniciarían las hostilidades. Ante la inminente reapertura del frente ruso, Lenin indicó a Trotsky que el gobierno soviético había hecho suficiente para explicar a los obreros europeos la situación y que era necesario firmar el tratado cuanto antes. Trotsky se negó, con la esperanza de que con la reanudación de la ofensiva germana se iniciase el tan esperado alzamiento obrero y/o militar en Alemania y Austria-Hungría.

Las operaciones militares se reiniciaron así el 18 de febrero, y en menos de 24 horas Trotsky quedó convencido de que el ejército del Imperio alemán era capaz de derrotar fácilmente al Ejército Rojo, en tanto las tropas germanas habían avanzado docenas de kilómetros a lo largo del frente y durante todo el día, sin hallar resistencia rusa, y ocupando casi sin lucha todos los territorios que pudieron abarcar. El gobierno bolchevique había prometido a los reclutas el fin de la guerra y estos soldados preferían desertar de sus posiciones antes que luchar nuevamente contra los alemanes. Esa misma noche el Comité Central Bolchevique reunido en Petrogrado envió un telegrama a los alemanes aceptando las duras condiciones de paz, aunque el ala de Bujarin siguió sin dejarse convencer.

Firma del Tratado

La respuesta alemana se demoró tres días, siendo recibida en Petrogrado durante la noche del 20 de febrero. Para aquel entonces los ejércitos invasores habían penetrado fácilmente a lo largo de todo el frente oriental y avanzaron en unos días más de lo que habían conseguido en los últimos tres años. Como se esperaba, las condiciones para la paz propuestas por Alemania se habían endurecido al comprobarse que la Rusia bolchevique no podía ofrecer resistencia militar seria, pero aun así los miembros del Comité Bolchevique quedaron impactados por la severidad de las nuevas condiciones. Dos días después, (el 22 de febrero, los bolcheviques abandonaron toda esperanza en el campo militar y accedieron a firmar la paz. Sin embargo, Bujarin y su facción siguieron insistiendo en continuar la guerra. Informados de esta decisión, los alemanes aceptaron de nuevo cesar las hostilidades, pero sin retroceder sus tropas.

El Tratado

El 3 de marzo de 1918, Trotsky, representando a la RSFS de Rusia, firmó el tratado de paz, compuesto por 14 artículos, en Brest-Litovsk. El Tratado puede ser condensado de la siguiente manera:

Artículo 1:

Se declara el fin de la guerra.

Artículo 2:

Los poderes firmantes suspenderán la propaganda contra el otro bando.

Artículo 3:

Rusia renuncia a cualquier reclamación sobre los territorios al oeste de la línea de influencia trazada previamente. El futuro estatus de dichos territorios será determinado por Alemania y Austria-Hungría.

Artículo 4:

Alemania continuará ocupando territorios al este de la línea de influencia trazada hasta que Rusia no desmovilice sus tropas.
Batum, Kars y Ardahan serán despejados de tropas rusas y cedidas al Imperio otomano.

Artículo 5:

Rusia debe limpiar sus aguas de barcos de guerra de las otras naciones aliadas.
Rusia debe limpiar las aguas del Mar Báltico y Mar Negro de sus minas, e indicar las rutas de navegación seguras.

Artículo 6:

Rusia debe suspender la lucha contra la República Popular Ucraniana.
Rusia debe desocupar Estonia y Livonia, que serán ocupadas por policías alemanes. Rusia debe devolver a todos los habitantes de estas regiones que fueron deportados o arrestados.
Rusia debe desocupar Finlandia y las islas Åland, incluyendo sus puertos. Si el hielo no permite que los barcos rusos dejen los puertos, debe dejarse una tripulación mínima en los mismos.
Las islas Åland no deben volver a ser fortificadas.

Artículo 7:

Rusia debe reconocer que Persia y Afganistán son estados libres e independientes.

Artículo 8:

Los prisioneros de guerra de ambos bandos deberán ser liberados y devueltos a sus naciones de origen.

Artículo 9:

Ambos bandos renuncian a reclamar indemnizaciones de guerra.

Artículo 10:

Se reinician las relaciones diplomáticas entre ambos bandos.

Artículo 11:

Las relaciones económicas entre los bandos serán definidas en otros apéndices.

Artículo 12:

Las relaciones legales públicas y privadas serán discutidas en posteriores tratados, al igual que el intercambio de prisioneros y navíos mercantes en poder del otro bando.

Artículo 13:

Se define la autoridad de los textos firmados.

Artículo 14:

El Tratado debe ser ratificado en Berlín en un lapso inferior a dos semanas.

El Tratado fue ratificado el 15 de marzo. Después de firmar el Tratado, Trotsky criticó al Reino Unido y a Alemania por llevar a cabo una lucha para la división del mundo, no una guerra defensiva. También declaró:

Estamos llevando a nuestro pueblo fuera de una guerra en anticipación a la inminente hora esperada, cuando los pueblos oprimidos de todas las naciones tomarán el destino en sus manos, de la misma manera que los trabajadores de Rusia han hecho… Estamos aquí para notificar al mundo nuestra intención de retirarnos de la guerra… Al mismo tiempo, declaramos que las condiciones propuestas por los gobiernos de Alemania y el Imperio austrohúngaro son fundamentalmente inconsistentes con los intereses de todos los pueblos. Los trabajadores de todas las naciones rechazan estas condiciones, incluyendo a los de Alemania y Austria-Hungría.

Asumiendo la responsabilidad por la humillante paz, Trotsky renunció a su cargo de Comisario de Relaciones Exteriores poco después.

Cambios territoriales

La línea de influencia trazada significaba en la práctica la pérdida de enormes territorios controlados por Rusia desde hacía varias décadas, e incluso siglos.

  • El Imperio otomano recibía los distritos Batum, Kars y Ardahan. Dichos distritos habían sido administrados por el Imperio ruso desde el fin de la Guerra Ruso-Turca en 1878.
  • El Imperio alemán recibía la administración de Polonia, la parte occidental de Bielorrusia, Curlandia y Lituania. Alemania ya había estado administrando Curlandia, Polonia y Lituania desde el comienzo de sus ofensivas en 1915.
  • Se declaró que Letonia (Livonia), Estonia y Finlandia (con las islas Åland) serían independientes. Esta independencia sería asegurada por Alemania y Austria-Hungría.
  • La República Popular Ucraniana fue reconocida por Rusia. Esta nación había sido proclamada en 1917 bajo auspicio alemán. La dependencia ucraniana de Alemania ya se había formalizado en un tratado el 9 de febrero de 1918.
  • En un segundo tratado firmado en Berlín el 27 de agosto del mismo año, se le sumó a Rusia el pago de una indemnización de guerra de seis mil millones de marcos alemanes de la época a Alemania.

De esta manera, el Imperio ruso perdía prácticamente el territorio donde vivía un tercio de su población de pre-guerra, un tercio de sus tierras cultivadas, y el 75 % de sus zonas industriales.

Consecuencias

La derrota alemana en noviembre anuló este tratado, ya que no fue reconocido por los aliados en el Armisticio de Compiègne, firmado el 11 de noviembre de 1918. La caída de Alemania creó una situación de vacío en toda la antigua franja occidental del imperio zarista.

Aunque Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia se habían declarado estados independientes, las Potencias Centrales buscaron la manera de instaurar monarquías en dichos territorios, cuyos jefes de estado serían príncipes germanos. En efecto, en Lituania y Finlandia se nombraron monarcas de ascendencia germana. Se intentó hacer lo mismo en Letonia, Estonia y Polonia, pero la Revolución de Noviembre y la posterior derrota alemana en la guerra significaron el fin de los reinos germanos bálticos. Los monarcas de Lituania y Finlandia renunciaron a sus tronos sin siquiera haberlos ocupado por motivo de la revolución alemana.

Una sección del gobierno de la época, los Social-Revolucionarios de izquierda, se opuso públicamente a los efectos del Tratado. El 21 de junio de 1918, el Almirante Shchastny fue ejecutado, después de que expresara su descontento con los bolcheviques, los catalogara de «agentes alemanes» y los acusara de «intentar entregar la flota al enemigo». Luego de que los Social Revolucionarios pronunciaran encendidas críticas contra las facciones de Lenin y Trotsky en el V Congreso de los Sóviets, el 5 de julio, planificaron y ejecutaron el asesinato del embajador alemán en Rusia, Conde Wilhelm Mirbach, el 6 de julio. Poco después, se inició una revuelta en Moscú, conocida como la Revuelta de los Revolucionarios Socialistas de Izquierda, cuyo objetivo era levantar al pueblo contra los alemanes, pero fue reprimida por las fuerzas del Estado soviético.

Nikolái Bujarin fue juzgado en 1938, en el Juicio de los Veintiuno, parte de la Gran Purga de Stalin. Se lo acusó de ser líder del Bloque de Derechistas y Trotskistas, y, entre otras cosas, de haber conspirado para asesinar a Lenin tras la firma del Tratado de Brest-Litovsk. Varvara Nikoláevna Yákovleva, otra trotskista, declaró en su contra. Yákovleva había sido condenada el año anterior por pertenecer supuestamente a un grupo terrorista. Declarado culpable, Bujarin fue ejecutado.

Destino de los nuevos estados

Los efectos del Tratado de Brest-Litovsk no fueron duraderos. Después de la Guerra Polaco-Soviética, Ucrania y Bielorrusia quedaron bajo control ruso de nuevo. De igual manera, las naciones de la Transcaucasia fueron sometidas entre 1920 y 1921. Además, las naciones bálticas fueron ocupadas por la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial (véase Ocupación de las Repúblicas Bálticas). Polonia fue invadida por la Alemania Nazi (véase Invasión alemana de Polonia de 1939) y la Unión Soviética (véase Invasión soviética de Polonia de 1939). Solamente Finlandia conservó su autonomía, aunque tuvo que realizar concesiones territoriales a Rusia después de las guerras de Invierno y de Continuación.

Bielorrusia

Después de haber sido ocupada por Alemania entre 1917 y 1918, nacionalistas bielorrusos proclamaron la creación de la República Popular Bielorrusa, también conocida como República Nacional Bielorrusa o República Democrática Bielorrusa, el 23 de marzo del mismo año.

Las aspiraciones alemanas de crear un estado colchón entre Alemania y Rusia finalizaron con la derrota alemana en la I Guerra Mundial. La retirada alemana colocó a Bielorrusia a merced de sus vecinos, la Rusia soviética y Polonia. Para el 2 de enero de 1919, los bolcheviques proclamaron en Smolensk la creación de la República Socialista Soviética de Bielorrusia. Un mes después, los bolcheviques dividieron la república socialista entre la RSFS de Rusia y la RSS Lituana-Bielorrusa, al despojar a Lituania de Vilna.

La RSS Lituana-Bielorrusa desapareció el 25 de agosto, cuando Polonia ocupó casi todo su territorio en la primera parte de la Guerra Polaco-Soviética. Al cambiar el curso de la guerra, Rusia y Polonia decidieron dividirse los territorios bielorrusos en la Paz de Riga. La parte rusa se convirtió en la RSS Bielorrusa.

La parte bielorrusa bajo total control polaco fue ocupada por la Unión Soviética durante la invasión soviética de Polonia de 1939. Durante la invasión alemana de la Unión Soviética, en 1941, Bielorrusia fue ocupada, suscitándose una serie de asesinatos masivos y persecuciones contra los civiles, muriendo el 25% de la población. Después de la Operación Bagration, en 1944, Bielorrusia fue ocupada de nuevo por los soviéticos. Al finalizar la guerra, Polonia no recuperó los territorios bielorrusos que administraba, sino que fueron anexados a la RSS de Bielorrusia.

Los miembros de la República Nacional Bielorrusa fueron al exilio en 1919, pero no reconocen a la actual República de Bielorrusia como su sucesora política, ya que califican al Presidente Aleksandr Lukashenko de no ser demócrata.

Estonia

Después de que el Gobierno Provisional Ruso uniera a dos Gobernaturas pobladas por estonios, Riga y Reval, les concedió autonomía bajo la forma de la Gobernatura Autónoma de Estonia, en abril de 1917. La llegada al poder de los bolcheviques no fue reconocida por la Dieta estonia, la Maapäev, y este órgano se declaró la única autoridad legal en Estonia. Entonces, los comunistas ocuparon la región brevemente, ya que tuvieron que abandonarla a finales de febrero de 1918, ante la llegada de tropas alemanas. El 24 de febrero de 1918, los miembros de la Maapäev, que habían permanecido ocultos, proclamaron la independencia de Estonia, fecha celebrada todavía en la actual Estonia. La llegada de los alemanes a Tallin un día después, finalizó la esperanza de una verdadera autonomía.

Los alemanes crearon una asamblea provincial, dominada por los alemanes del Báltico, y se planteó la posibilidad de unir a Estonia con los otros pueblos bálticos, con el objetivo de formar el Ducado Báltico Unido,que sería un protectorado del Imperio Alemán.

La revolución de noviembre de 1918 acabó con la monarquía en Alemania, y con los planes alemanes de establecer un estado germano báltico que incluyera a Estonia. El 19 de noviembre, Konstantin Päts recibió el control de Estonia de los ocupantes alemanes, que iniciaron su retirada. No obstante, el comandante alemán, Rüdiger von der Goltz, tomó el mando de los Baltische Landeswehr y la División de Hierro, grupos paramilitares formados por soldados alemanes y alemanes bálticos estacionados en Letonia, cuyo objetivo era la defensa de los territorios bálticos contra los soviéticos.

Durante la guerra de independencia de Estonia, los estonios afrontaron una invasión del Ejército Rojo, que capturó Narva el 29 de noviembre. La ayuda británica y finesa fue fundamental para formar rápidamente un ejército nacional capaz de montar una contraofensiva. Para febrero de 1919, los soviéticos habían sido expulsados de Estonia, y el frente seguía al río Narva. Luego la guerra se dirigió al sur, ya que los alemanes de la Baltische Landeswehr, aprovecharon que los Aliados les permitieron quedarse en Letonia para subir al poder a un gobierno pro-germano. Después exigieron a las fuerzas de Estonia que se retirasen de los territorios norteños letones, pero estos últimos se negaron, sospechando una posterior invasión germana. Los ejércitos nacionales de Estonia y Lituania se enfrentaron a los germanos en la batalla de Wenden, siendo derrotados los últimos. La guerra con los bolcheviques continuó, y tras una fallida ofensiva estonia sobre Petrogrado en septiembre de 1919, los bolcheviques rusos llevaron el frente de vuelta a la frontera natural con Estonia. El 3 de enero de 1920 cesaron las hostilidades, dando pasó a la elaboración de un tratado de paz.

El 2 de febrero de 1920, Estonia y la Rusia soviética firmaron el Tratado de Tartu, siendo definidas las fronteras entre ambos estados y Rusia renunció al control sobre Estonia «para siempre». A diferencia de la Estonia actual, esta república obtuvo franjas de territorio al este del Narva.

Estonia mantuvo una política de neutralidad durante el período de entreguerras. En el Pacto Mólotov-Ribbentrop, firmado en agosto de 1939, la Unión Soviética obtuvo la aprobación alemana para recibir a Estonia en su esfera de influencia. Después de la invasión de Polonia, la Unión Soviética exigió tener bases militares en Estonia, petición que fue aprobada por el gobierno de este país el 28 de septiembre.

Pérdidas territoriales de Estonia al ser anexionada de nuevo a la Unión Soviética en 1945. Pérdidas Territorio conservado

El 14 de junio de 1940, la Unión Soviética bloqueó a Estonia por mar, mientras la atención internacional se encontraba fija en la conquista alemana de Francia. Dos días después, los soviéticos exigieron que el gobierno de Estonia permitiera la ocupación militar, acusándolos de conspirar contra la Unión Soviética. Al día siguiente, los soldados soviéticos estacionados en sus bases dentro de Estonia, salieron a las calles y tomaron el poder. El 21 de julio, Estonia fue proclamada una república socialista, y el 6 de agosto fue anexionada a la Unión Soviética bajo el nombre de República Socialista Soviética de Estonia. Las principales democracias occidentales de la época, Estados Unidos y el Reino Unido, nunca reconocieron esta anexión oficialmente.

Durante la invasión alemana de la Unión Soviética, los ejércitos germanos alcanzaron Estonia de nuevo en julio de 1941. Estonia fue administrada entonces bajo el Reichskommissariat Ostland, sin autonomía. Varios estonios se unieron a las Waffen-SS para luchar contra los soviéticos, formándose la 20.ª División de Granaderos SS, también conocida como la.1.ª División Estonia. Durante la ocupación alemana, en Estonia se estableció el centro de exterminio de Vaivara, siendo llevados allí judíos y gitanos de regiones vecinas. Afortunadamente, la mayoría de los judíos de Estonia había escapado antes de la llegada de las Einsatzgruppen.

El dominio de Alemania sobre Estonia fue corto, para mediados de 1944, la línea del frente oriental había retrocedido al Narva, y para septiembre de ese mismo año, los soviéticos retomaron el control de Estonia.

Estonia estuvo bajo control de Rusia hasta el 31 de agosto de 1994, cuando los soldados de Rusia la evacuaron finalmente.

Finlandia

Soldados fineses y alemanes desfilan por Helsinki en mayo de 1918.

De todas las naciones creadas en el Tratado de Brest-Litovsk, solamente Finlandia logró conservar su independencia frente a Rusia. Después de haber experimentado una terrible guerra civil, los sectores conservadores, liderados por el general Mannerheim, derrotaron a los grupos socialdemócratas y comunistas, apoyados por los bolcheviques rusos. Tras la firma del Tratado de Brest-Litovsk, Alemania desembarcó tropas en Hanko y tomó Helsinki el 13 de abril de 1918. El 16 de mayo se celebró la victoria de la «Finlandia Blanca», después de que los rusos se retiraran de Finlandia.

El 9 de octubre, el Senado finlandés designó como Rey electo a Federico Carlos de Hesse, un príncipe alemán, cuñado del Emperador Guillermo II. La derrota alemana y la abolición de la monarquía germana significaron el fin del Reino de Finlandia. El Príncipe Federico nunca fue coronado Rey, ni siquiera llegó a visitar Finlandia,y renunció el 14 de diciembre de 1918. De esta manera, Finlandia se convirtió en una República independiente, siendo su primer presidente Kaarlo Juho Ståhlberg.

Después de intentar ocupar Finlandia en 1940, la Unión Soviética se conformó con ocupar los territorios mostrados en 1944.

Entre 1918 y 1920, voluntarios fineses llevaron a cabo una serie de incursiones en territorio ruso, conocidas como Heimosodat, cuyo objetivo era la creación de la Gran Finlandia. Finalmente, se firmó el Tratado de Tartu con Rusia el 14 de octubre de 1920, en el que se definieron las fronteras ruso-finesas. Finlandia desocupó algunas regiones en la Carelia ocupadas por los voluntarios, a cambio recibió una salida al océano Ártico a través de la devolución de Petsamo.

La frontera de 1920 sufriría grandes modificaciones tras la Segunda Guerra Mundial. Después de sufrir un fallido intento de invasión soviética entre 1939 y 1940 (véase Guerra de Invierno), Finlandia perdió el acceso al lago Ládoga. En 1941 participó junto a la Alemania Nazi en la invasión de la Unión Soviética, especifícamente en las regiones de Carelia y alrededor del Ládoga y Leningrado (véase Guerra de Continuación). Finlandia logró recuperar los territorios perdidos en 1920 y 1940, pero al revertirse el curso de la guerra en contra de Alemania, los fineses de nuevo tuvieron que redefinir sus fronteras con la Unión Soviética en 1944. En el Armisticio de Moscú, Finlandia realizó mayores concesiones territoriales, y perdió su salida al océano Ártico.

A pesar de que Finlandia afrontó intervenciones militares rusas desde su 1918 hasta 1944, la eficacia de sus ejércitos, la temporal debilidad soviética y la provechosa alianza con Alemania evitaron que fuera ocupada. De esta manera, Finlandia no cayó en la esfera de influencia soviética durante la Guerra Fría, aunque siempre evitó irritar a su vecino oriental, una política conocida como Finlandización.

Letonia

Tanques soviéticos entran a Riga en 1940.

La historia de Letonia tras la Primera Guerra Mundial, está ligada a la de Estonia. El 15 de enero de 1918, los nacionalistas letones proclamaron la república, pero Alemania en realidad controlaba la región. Después de que Alemania firmara el armisticio de Compiègne, los letones proclamaron la independencia de Letonia el 18 de noviembre de 1918. No obstante, Alemania recibió el apoyo de los Aliados para que algunos grupos germanos armados permanecieran en los territorios de Letonia. frustando los planes de un estado letón verdaderamente independiente. Esto se hizo con el objetivo de proteger el Báltico de los bolcheviques rusos, que ya estaban ocupando regiones al este de Letonia, incluyendo a Riga.

Las fuerzas germanas, las Baltische Landeswehr, iniciaron entonces una lucha dual contra los rusos bolcheviques y los nacionalistas bálticos. Los estonios acudieron en ayuda de los nacionalistas letones, y en la batalla de Wenden,derrotaron a los germanos. Los alemanes fueron obligados a retirarse a su país, y las Landeswehr pasaron a estar bajo control aliado.

En la batalla de Daugavpils, los ejércitos de Polonia apoyaron a Lituania contra el Ejército Rojo, logrando una victoria decisiva. El 20 de agosto de 1920, la Rusia Soviética reconocería la independencia de Letonia.

En 1939, poco después de la invasión soviética de Polonia, Estonia, Letonia y Lituania fueron presionadas por la Unión Soviética para que permitieran el establecimiento de bases militares en sus territorios. El gobierno de Letonia accedió el 5 de octubre de ese mismo año. El 16 de junio de 1940, al mismo tiempo que Alemania conquistaba Francia, la Unión Soviética invadió Letonia. El presidente Kārlis Ulmanis fue arrestado y murió en 1941 de camino a una prisión en Turkmenistán. El 5 de agosto, Letonia es anexionada por la Unión Soviética bajo el nombre de República Socialista Soviética de Letonia, y se inicia el «año del terror».

El 10 de julio de 1941, los ejércitos alemanes ocuparon totalmente Letonia, que fue administrada conjuntamente con Lituania y Estonia en el Reichskommissariat Ostland.  Los nazis emprendieron una campaña contra judíos, gitanos y «elementos comunistas». Muchos lituanos se alistaron en las Waffen SS para luchar en el frente ruso.

Banda de brazo para los soldados alemanes atrapados en Curlandia entre 1944 y 1945.

Al revertirse el curso de la guerra, los soviéticos avanzaron hacia Letonia, capturando Riga el 13 de octubre de 1944. Muchas unidades del Grupo de Ejércitos Norte alemán no pudieron retirarse a tiempo, y quedaron atrapadas en Curlandia, formándose la bolsa de Curlandia. Curlandia se llenó entonces de soldados alemanes y letones, así como de civiles, que temían la represión soviética. Hitler nunca autorizó la evacuación de Curlandia, y el 9 de mayo de 1945, el Grupo de Ejércitos Curlandia se rindió. No obstante, unos 150 mil letones escaparon a Alemania y Suecia en botes.

Letonia formó parte de la Unión Soviética hasta 1991, cuando fue aceptada su independencia el 21 de agosto.

Lituania

Conferencia de Vilna de septiembre de 1917, primer paso para la formación de un estado lituano.

Después de haber sido ocupada por los alemanes en 1915, Lituania declaró su independencia el 16 de febrero de 1918. El Tratado de Brest-Litovsk formalizó el control germano sobre Lituania, pero el Consejo de Lituania decidió elegir a un príncipe de Mónaco como Rey, bajo el nombre de Mindaugas II. Durante la Revolución de Noviembre, el Consejo de Lituania convirtió a su país en una república, aboliendo la monarquía, y con la derrota alemana en la I Guerra Mundial, la posibilidad de un estado lituano independiente cobró fuerza.

Una de las primeras decisiones del primer gobierno lituano fue la formación de un ejército nacional, decisión inteligente, ya que muy pronto se encontró luchando contra los alemanes, rusos y polacos .

 

Lituanos celebran la ocupación de su país por el Ejército Rojo en 1940.

La primera amenaza sobre Lituania la constituyó una invasión de la Rusia soviética, que ocupó la mitad oriental del país. El gobierno, ubicado en Kaunas, envió a su ejército, formado bajo auspicio alemán, a luchar contra los bolcheviques a inicios de 1919. Grupos de mercenarios alemanes liderados por Rüdiger von der Goltz, ayudaron a los lituanos a repeler a los bolcheviques, que querían esparcir la revolución mundial. El 27 de febrero, los bolcheviques proclamaron la República Socialista Soviética Lituana-Bielorrusa, pero tuvieron que abandonar Vilna el 19 de abril, debido al avance del ejército polaco hacia la región. Desde entonces, Lituania reclamó Vilna como su capital histórica, pero quedó bajo control polaco.

La derrota bolchevique a mediados de 1919, significó el cambio de rumbo de los voluntarios alemanes, que se unieron a las fuerzas de Pável Bérmondt-Aválov. Bérmondt había recibido permiso y recursos de Alemania para tomar prisioneros de guerra rusos y enviarlos a luchar contra los bolcheviques, principalmente en Letonia, con los bolcheviques en retirada, los hombres de Bérmondt tomaron el control de diversas regiones en Letonia y Lituania, incluyendo Riga, pero las fuerzas nacionales de los países bálticos lograron expulsarlos para finales de 1919.

Durante la Guerra Polaco-Soviética, Vilna fue capturada por el Ejército Rojo. Tras la Batalla de Varsovia, los soviéticos se retiraron de Polonia, y entregaron el control de Vilna a Lituania. Además, el 12 de junio de 1920, los rusos reconocieron la independencia de Lituania, y su derecho a la región de Vilna. Bielorrusia y Polonia no aceptaron esto.

Tras una breve guerra, guerra polaco-lituana, en que los polacos ocuparon la mayoría de los territorios disputados, se acordó un cese al fuego. No obstante, el general polaco Lucjan Żeligowski no lo respetó, y se hizo con Vilna, declarando la República de Lituania Central el 12 de octubre de 1920, un estado títere polaco. El 22 de marzo de 1922, esta república fue anexionada por Polonia, decisión que no fue reconocida por Lituania.

Después de la invasión soviética de Polonia de 1939, Lituania recibió Vilna de los soviéticos el 10 de octubre. El 23 de marzo de ese mismo año, Alemania había ocupado Memel, hasta entonces bajo control lituano.

Siguiendo las cláusulas secretas del pacto Mólotov-Ribbentrop, la Unión Soviética ocupó Lituania el 15 de junio de 1940, después de que el gobierno lituano cediera ante un ultimátum soviético. El 21 de julio, Lituania fue incluida en la Unión Soviética bajo el nombre de República Socialista Soviética de Lituania.

Durante la invasión alemana de la Unión Soviética, activistas lituanos declararon la independencia de Lituania el 24 de junio de 1941. Los alemanes decidieron no disolver el nuevo gobierno lituano, pero gradualmente lo despojaron de sus poderes. Lituania fue administrada entonces junto con Estonia y Letonia en el Reichskommissariat Ostland, aunque algunas regiones fueron anexionadas a Alemania. La gran población judía lituana fue perseguida y exterminada por los nazis durante la ocupación. No obstante, los lituanos rehúsaron formar parte de las Waffen-SS.

Para mediados de 1944, el Ejército Rojo inició la captura de Lituania. Después de la batalla de Memel, Lituania quedó bajo total control soviético. Lituania, junto con la región de Vilna, permaneció bajo control soviético hasta septiembre de 1991, cuando su independencia fue reconocida por la URSS.

Polonia

Polacos improvisan un blindado para luchar contra los alemanes en 1920, con el objetivo de anexionar la Alta Silesia a Polonia.

La mayor parte de lo que había sido la Mancomunidad de Polonia-Lituania había sido absorbida por el Imperio ruso durante las Particiones de Polonia. Prusia y Austria, antecesoras del Imperio alemán y Austro-Húngaro respectivamente, asimilaron otras regiones con población polaca bajo sus territorios.

Desde el verano de 1915, Alemania y Austria-Hungría habían ocupado todos los territorios históricamente polacos, gracias a la eficacia de la ofensiva de Gorlice-Tarnów. Los alemanes propusieron la creación de un Reino de Polonia el 5 de noviembre de 1916. La elección de un rey fue pospuesta, siempre considerándose como candidatos a miembros de la nobleza de la Casa de Habsburgo. La independencia de este estado polaco ocupado militarmente era dudosa, y el gobernador general alemán, coronel general Hans Hartwig von Beseler, ejercía el poder de facto.

Con la firma del Armisticio de Compiègne, el Gobernador von Beseler cedió el poder al General polaco Józef Piłsudski el 11 de noviembre de 1918. Esta migración de poder significó el establecimiento del primer estado polaco independiente en más de doce décadas. Tras una sublevación polaca en territorios de Alemania, Polonia ganó más terreno. En el Tratado de Versalles, se reconoció internacionalmente la independencia polaca, y su frontera occidental fue definida, siendo la creación de un corredor polaco una de las innovaciones más polémicas. Si bien Polonia estuvo en paz con Alemania, su integridad territorial estaba lejos de ser segura.

En efecto, algunas regiones pobladas por ucranianos dentro de Austria-Hungría declararon sus intenciones de independizarse bajo el nombre de la República Nacional de Ucrania Occidental, en octubre de 1918. Dichas regiones incluían a Galitzia, la Rutenia Transcarpática y la Bukovina. La República Popular Ucraniana había negociado secretamente dichos territorios con los austro-húngaros desde febrero del mismo año, siendo decepcionada finalmente. La mayoría polaca en Leópolis, capital de nuevo estado, no deseaba formar parte de una Ucrania occidental, e iniciaron un levantamiento anti-ucraniano. Dicho levantamiento recibió rápido apoyo polaco, lo que motivó que las dos repúblicas ucranianas se unieran en enero de 1919 (véase Guerra Polaco-Ucraniana). Esta unión fue simbólica, ya que no significó ninguna mejoría para la situación militar de los ucranianos de la Galitzia. Para julio de 1919, los ejércitos ucranianos fueron derrotados y los territorios de la Ucrania occiental fueron asimilados por Polonia. Dicha anexión no sería reconocida por la Sociedad de Naciones hasta marzo de 1923.

La ofensiva soviética que casi acaba con la independencia de Polonia en 1920.

La República Popular Ucraniana reconoció las ganancias polacas en el oeste, a cambio de recibir apoyo en la Ofensiva de Kiev, cuyo objetivo era asegurar la creación de un estado ucraniano con fronteras sólidas ante los bolcheviques. El inicio de la Guerra Polaco-Soviética no deparó los resultados esperados: una contraofensiva soviética devolvió a los polacos a sus fronteras y aún más allá. Para inicios de agosto de 1920, unidades del Ejército Rojo, comandadas por el comandante Mijaíl Tujachevsky, se acercaron a Varsovia, en lo que se consideraba el último paso de la subyugación de Polonia. El resultado de la batalla de Varsovia dio un vuelco sorprendente el 16 de agosto, cuando tropas de reserva al mando del general Józef Piłsudski contraatacaron, expulsando a los soviéticos de Polonia. Una segunda derrota importante en la batalla del Río Niemen, motivó a los bolcheviques a proponer un tratado de paz. Polonia, exhausta, aceptó definir una nueva frontera tras una serie de cortas negociaciones. La nueva frontera fue plasmada en la Paz de Riga. Durante la guerra, los territorios destinados para el estado ucraniano, fueron absorbidos por Polonia y la recién establecida Ucrania soviética.

Polonia también luchó dos guerras cortas contra Checoslovaquia y Lituania en 1919 y 1920 respectivamente (véase Conflicto fronterizo polaco-checoslovaco y Guerra Polaco-Lituana), ganando la última y logrando un arreglo fronterizo en la primera.

Aunque la política polaca durante el período de entreguerras estipulaba que la alianza militar con Francia obtenida en los Tratados de Locarno era la mejor garantía contra Alemania y la Unión Soviética, esto no impidió que Polonia firmara pactos de no-agresión con los soviéticos en 1932. Aunque los bolcheviques amenazaron con romper el pacto si Polonia ocupaba territorios checoslovacos durante la Crisis de los Sudetes, estas amenazas no se cumplieron, y Polonia se anexionó Zaolzie y otras regiones con minorías polacas. Este pacto fue reafirmado en 1938.

Polonia también firmó un pacto de no-agresión con la Alemania Nazi en 1934. Después de que los polacos se negaran a permitir que la Ciudad libre de Dánzig fuera devuelta a Alemania, Hitler anuló el pacto en abril de 1939. Para aquel momento, la política exterior alemana había cambiado el rumbo expansionista del Tercer Reich hacia el este. Por este motivo, el gobierno alemán planificó la eventual invasión de Polonia.

Antes de ordenar la ejecución del Caso Blanco, nombre clave para la invasión de Polonia, Hitler consultó a su Ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop, quien le aseguró que el Reino Unido y Francia no declararían la guerra a Alemania, siguiendo la política de apaciguamiento. Hitler también intentó convencer a Benito Mussolini de que Italia entrara en un eventual conflicto europeo, pero vio frustrado sus planes.  Finalmente, Alemania se aproximó al gobierno soviético, y el 23 de agosto de 1939, se firmó el Pacto Ribbentrop-Mólotov, un pacto de no-agresión entre Alemania y la Unión Soviética.

Tanques soviéticos entran a Polonia en 1939.

 El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió a Polonia. Dos días después, el Reino Unido y Francia le declararon la guerra al país agresor, dando inicio a la Segunda Guerra Mundial en Europa. El 17 de septiembre, comenzó la invasión soviética de Polonia. Los ejércitos germanos y soviéticos no se atacaron entre sí, y se dividieron Polonia, como habían acordado en las cláusulas secretas del Pacto Ribbentrop-Mólotov.

Alemania administró el núcleo de los territorios polacos bajo su control bajo la forma del Gobierno General, siendo anexionadas por Alemania las regiones más occidentales. Por su parte, los territorios polacos ocupados por los soviéticos fueron ocupados finalmente por Alemania durante la invasión de la Unión Soviética en junio de 1941. Durante la ocupación extranjera de Polonia, se suscitaron una serie de matanzas y persecuciones contra civiles y militares polacos.

La ofensiva del Vístula-Óder colocó a Polonia bajo control soviético de nuevo. Desde 1944 hasta 1989, Polonia estuvo detrás del telón de acero, es decir, bajo control soviético, bajo la forma de la República Popular de Polonia. Sus fronteras, establecidas en la Conferencia de Potsdam, sufrieron un cambio drástico, ya que la «Línea Curzon A», establecida en el oriente, despojó a Polonia de territorios que recuperó en el oeste bajo la «Línea Oder-Neisse», a expensas de Alemania.

Transcaucasia

En 1917, las naciones de la Transcaucasia rusa, Georgia, Armenia y Azerbaiyán, habían obtenido mayor autonomía, producto de la inestabilidad política en Rusia. La ocupación de Batum, Kars y Ardahan por el Imperio otomano afecta directamente a Georgia y a Armenia,quienes poseían población étnica en aquellas regiones. En abril de 1918, las tres naciones transcaucásicas proclaman su autonomía bajo una federación: República Federativa Democrática Transcaucásica. Dicha Federación proclama ser independiente de Rusia, que no le había prestado apoyo en la defensa de las regiones cedidas en Brest-Litovsk,y pretende formar un frente sólido contra los turcos otomanos, aunque Azerbaiyán se niega a pelear con Turquía. El 26 de mayo, Georgia se separa de la Federación, buscando mejores fronteras por medio de la mediación alemana. Armenia y Azerbaiyán siguen su ejemplo dos días después.

Antes del Armisticio de Mudros, la situación en la Transcaucasia se perfila favorable para los turcos otomanos. En efecto, Georgia se ha convertido en un protectorado alemán, cediendo las regiones disputadas al Imperio otomano. Armenia había perdido la mitad de su territorio luego de que firmara el Tratado de Batúm, presionada militarmente por los turcos. Azerbaiyán había sido ocupada por los otomanos, que expulsaron a los británicos del país, que a su vez se oponían al partido Musavat.

La derrota otomana en la I Guerra Mundial significa la reversión de las ganancias turcas. Los británicos ocupan de nuevo Azerbaiyán, y Armenia obtiene enormes territorios en el Tratado de Sèvres, firmado en agosto de 1920, acercándose a la creación de la Gran Armenia. No obstante, para 1920, los nacionalistas turcos, liderados por Atatürk, ya habían encendido la mecha de la Guerra de Independencia Turca, y lucharon tenazmente contra los ejércitos franceses, británicos, griegos y armenios, quienes habían ocupado ciertas regiones del país, incluyendo las ganancias de Brest-Litovsk.

Derrotados, los europeos tuvieron que retirarse de la Transcaucasia, y se creó un vacío de poder en la región. Turquía recuperó los territorios ganados en 1918, más algunas ganancias adicionales, en perjuicio de Georgia y Armenia. Azerbaiyán fue ocupada por la Rusia soviética en abril de 1920, y desde allí se lanzaron campañas militares contra Armenia y Georgia, que fueron convertidas en repúblicas socialistas soviéticas.

En el Tratado de Kars, firmado en 1921, la Rusia soviética y Turquía definieron sus fronteras. En dicho tratado, Rusia ratificó la anexión turca de las regiones de la Transcaucasia cedidas previamente en Brest-Litovsk.

Armenia, Azerbaiyán y Georgia fueron administradas colectivamente bajo el nombre de la República Federativa Socialista Soviética de Transcaucasia, entre 1922 y 1936. Posteriormente fueron administradas individualmente, todavía como repúblicas socialistas soviéticas.

Ucrania

Firma del tratado de paz por la delegación ucraniana, febrero de 1918.

Tras la Revolución de febrero, se estableció la Rada Central Ucraniana el 17 de marzo de 1917. La Rada inició negociaciones con el Gobierno Provisional Ruso y no tuvo buenas relaciones con los bolcheviques. Cuando estos últimos subieron al poder en la Revolución de octubre, la Rada declaró la autonomía de Ucrania el 22 de noviembre de ese mismo año. Los bolcheviques intentaron entonces tomar el poder, pero al no contar con apoyo popular, proclamaron la República Popular de Ucrania en Járkov el 25 de diciembre. El 22 de enero de 1918, la Rada proclamó la independencia de Ucrania bajo el nombre de República Popular Ucraniana, y después envió una delegación a Brest-Litovsk para buscar apoyo alemán contra los bolcheviques.

El 9 de febrero, la Rada ucraniana firmó una alianza con los alemanes. Ese mismo día, Kiev cayó en manos bolcheviques, pero los alemanes los expulsaron poco después. La ayuda alemana significó la caída de la popularidad de la Rada, y los alemanes se inmiscuyeron cada vez más en la política interna de Ucrania.

El 29 de abril de 1918, los alemanes ejecutaron un golpe de estado contra la Rada socialista, y colocaron a Pavlo Skoropadsky en el poder, un período conocido como el Hetmanato. Después del Armisticio de Compiègne, el Hetmanato fue derrotado por el Directorio de Ucrania, ya que Skoropadsky perdió el apoyo alemán, y el Ejército Blanco Ruso no fue capaz de evitar su derrota.

El líder del Directorio, el nacionalista Symon Petlyura, tuvo que hacer frente a los ejércitos bolcheviques, que volvieron a invadir Ucrania, esta vez desde Kursk. El 22 de enero de 1919, la República Nacional de Ucrania Occidental decidió unirse a la República Popular Ucraniana de Petlyura, mientras se enfrentaba a Polonia, que buscaba anexionarla. Esta unión no cambió el rumbo de la guerra Polaco-Ucraniana, y la Ucrania occidental fue asimilada por Polonia. En febrero, Kiev fue recapturada por los soviéticos.

El Directorio de Ucrania decidió aliarse con Polonia, renunciando a los territorios de la Ucrania occidental, con el objetivo de obtener apoyo militar contra la ofensiva bolchevique. En la Ofensiva de Kiev las fuerzas polacas tomaron Kiev inicialmente, pero después fueron obligadas a retirarse hasta Varsovia (véase Guerra Polaco-Soviética). El gobierno ucraniano, muy debilitado, no pudo mantener las ganancias territoriales por su cuenta y dejó de existir.

Los polacos lograron derrotar a los rusos en el último momento (Batalla de Varsovia), y los expulsaron de sus fronteras actuales. No obstante, ambos bandos, iniciaron negociaciones de paz en agosto de 1920, que llevaron a la firma de la Paz de Riga el 18 de marzo de 1921. Polonia y Rusia se dividieron los territorios ucranianos, aunque los ucranianos mantuvieron cierta autonomía en el lado polaco. Petlyura huyó a París, donde fue asesinado en 1926.

Las fuerzas nacionalistas ucranianas montaron un ejército de guerrillas en Ucrania, llegando a capturar Korosten. Sin embargo, estas fuerzas fueron rodeadas y destruidas por el Ejército Rojo en noviembre de 1921.

El 30 de diciembre de 1922, Ucrania entró a formar parte de la Unión Soviética bajo el nombre de República Soviética de Ucrania, que cambió posteriormente por República Socialista Soviética de Ucrania.

El 24 de agosto de 1991, Ucrania se declaró independiente.

Tratado de Brest-Litovsk

Traktat brzeski 1918.jpg

Las primeras dos páginas del Tratado de Brest-Litovsk, en (de izquierda a derecha) alemán, húngaro, búlgaro, turco otomano y ruso.

Suscripción 3 de marzo de 1918
Brest-Litovsk, Flag of Russian SFSR (1918-1937).svg RSFS de Rusia
Firmantes Bandera de Imperio alemán Imperio alemán
Flag of Bulgaria.svg Reino de Bulgaria
Bandera de Imperio austrohúngaro Imperio austrohúngaro
Ottoman flag.svg Imperio otomano
Flag of Russian SFSR (1918-1937).svg RSFS de Rusia
 
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Publicado por en 3 marzo, 2018 en 1918

 

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