El “Gran Raid de Zeppelins”
A pocos meses del inicio de la guerra, el territorio de la Gran Bretaña comenzó a ser atacado por solitarios o pequeñas flotillas de Zeppelins de la Kaiserliche Marine (Marina Imperial Alemana) o del Ejército. El sigilo y la maniobrabilidad de estos dirigibles, los hacían sumamente efectivos, sin embargo su baja velocidad los hacía vulnerables a los ataques de aeroplanos, por lo que preferentemente realizaban ataques nocturnos.
En la tarde del 31 de Enero de 1916, una flotilla de 9 Zeppelins, la más grande hasta ese momento, comandada desde el L11 por el Fregattenkapitän Peter Strasser partió desde los hangares establecidos en Friedrichshaven y Lowenthal, sin embargo esta vez no bombardearían solamente las ciudades o puertos de la costa sur, sino que tenían como misión adentrarse en gran parte del territorio, siendo la ciudad-puerto de Liverpool el objetivo principal.
El L21 bajo el mando del Kapitänleutnant Max Dietrich fue el primer en cruzar el Mar del Norte sobrevolando a las 17:50 hs. la costa de Norfolk, y pese a poder observar la puesta del sol, la niebla comenzaba a surgir, por lo que comenzaba a dificultar la observación clara de los centros poblados. En las cercanías se desplazaba el L13 del célebre Kapitänleutnant Heinrich Mathy que ya había bombardeado Londres el año pasado. Hacia esa hora, en las alturas, la temperatura comenzaba a descender de manera abrupta.
A las pocas horas, el Kapitänleutnant Dietrich, dejando por detrás al L13, continuó avanzando a través de los topes nubosos y en base a cálculos de observación y velocidad, pudo determinar que las luces sobre las que volaban pertenecían a la ciudad de Manchester, sin embargo pese avistar varios objetivos, decidió resguardar las bombas para lanzarlas sobre Liverpool y preservar el factor sorpresa.
Hacia las 20:50 hs, desde el puesto de observación al no divisar luces, el Kapitänleutnant Dietrich determino que sobrevolaba sobre el Mar de Irlanda, ligeramente al norte de Liverpool, por lo que dio órdenes de virar hacia el sur, observando dos destellos separados por oscuridad, lo que determinó que se encontraba sobre Liverpool y el pequeño poblado de Birkenhead, separadas por el cauce del río Mersey, ante esto, decidió frenar la marcha e iniciar el acercamiento, para sobrevolar el objetivo desde el sur. La tripulación comenzó a preparar las bombas incendiarias y explosivas, mientras que los oficiales estaban seguros que nada impediría la conclusión de su misión.
Sin embargo, el cálculo del comandante alemán había sido sumamente erróneo dado que había confundido Manchester con la ciudad de Derby, en lugar del Mar de Irlanda, había sobrevolada sobre la región poco iluminada de North Shrophsire y el este del País de Galés, cuando él pensaba que había volado sobre Liverpool, Birkenhead y el Mersey, se había equivocado. En realidad el L21 se encontraba a 75 millas al sudeste, sobrevolando el pequeño poblado de Tipton y la ciudad de Wednesbury. Desconociendo esta situación, el Kapitänleutnant Dietrich ordenó el bombardeo produciendo graves daños sobre edificios, como por ejemplo el teatro y cobrándose las primeras víctimas civiles.
El pánico se apodero de los transeúntes que en medio del estupor salieron a las calles y al azar la vista pudieron divisar al zeppelín que continuaba lanzando bombas, por lo que muchos huyeron hacia el campo circundante en dirección a una colina donde podían divisar la ciudad bajo ataque.
Hacia las 23:00 hs. el bombardeo había concluido, los sobrevivientes comenzaron a socorrer a los heridos e intentar apagar los edificios en llamas.
Cerca de allí, tres millas hacia el sur, sobrevolaba el L19 del Kapitänleutnant Odo Löwe, quien estaba en constante comunicación con el comandante del L21 que ya emprendía el viaje de retorno, y al igual que él, creía que estaba sobre Liverpool, y al ver el fuego de los edificios, dio órdenes de iniciar el bombardeo sobre los mismo objetivos, por lo que causo un menor daño, y las bajas civiles fueron menores. Al finalizar la acción, viró hacia el este y comenzó a volar hacia la costa, aunque sus motores comenzaban a fallar.
Por su parte, el L20 del Kapitänleutnant Ludwig Stabbert llevó a cabo un bombardeo en el área alrededor del viaducto de Bennerley
entre las ciudades de Nottinghamshire and Derbyshire en el Valle de Erewash. Siete bombas de alto poder explosivo se dejaron caer en la zona, uno de los cuales cayó justo al norte del viaducto de la línea ferroviaria Midland en Bennerley Junction. Luego, el mismo zeppelín lanzó 15 bombas sobre la población de Stanton Ironworks.
Por su parte, el L12, sobrevoló y bombardeo cerca de las 20:00 hs., la ciudad de Loughborough y si bien la policía una hora antes había dado la alarma sobre posibles bombardeos, los pobladores no tomaron las debidas precauciones dado que jamás el enemigo se había adentrado tanto en el territorio británico.
Las demás aeronaves bombardearon diversas poblaciones, concluyendo la jornada con la destrucción de varias edificaciones y con la muerte de 183 civiles, para iniciar el retorno hacia las bases instaladas en el norte de Alemania. Por su parte, al recibir la información de los bombardeos varios aviadores despegaron desde diversas bases con la intención de interceptarlos, pero fracasaron debido a la oscuridad y a la presencia de niebla.
Sin dudas, el raid sorprendió a los ciudadanos no solo por la temeraria actitud de los comandantes alemanes, sino por la falta de reacción de las defensas antiaéreas.