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Archivos diarios: 20 noviembre, 2014

20 de Noviembre de 1914 – La Guerra y el Canal de Suez


La Guerra y el Canal de Suez

A mediados del siglo XIX, el wäli (gobernador) de Egipto, Muhammad Alí Pasha, se había sublevado contra el sultán otomano logrando crear un estado autónomo aunque vasallo de Istambul, llevando a cabo una muy importante tarea de modernización en varios aspectos, proseguida por sus sucesores.

En 1859, bajo la administración de unos de sus nietos, Ismail Pasha, comenzó la construcción del Canal de Suez, que luego de diez años, y bajo la dirección del ingeniero francés Ferdinand de Lesseps, logró unir al Mar Rojo con el Mediterráneo, convirtiendo a la Región del Sinaí en una nueva península y logrando así el acortamiento de las rutas comerciales entre Europa y el Sur de Asia.

Esta situación si bien logró dotar a Egipto de mayor autonomía, ya que se transformó en Khedivato en 1867, ocupando también la provincia de Sudán, las deudas financieras llevaron en 1875 a que el Ismail Pashá, vendiera partes de las acciones del canal, siendo adquiridas por el Imperio Británico, principal interesado en asegurarse una ruta comercial más corta y segura con su más preciada colonia, la India, sin embargo cuatro años más tarde debido al gran despilfarro, el sultán Abdülhamid II destituyó al Jhedive, asumiendo en su lugar su hijo Tawfiq.

En 1882, estalló una sublevación nacionalista liderada por el oficial del ejército egipcio, Ahmed ´Urabi, lo que llevó a Londres a ocupar de facto el país con el pretexto de defender a las autoridades, cuando en realidad lo hacía para proteger sus intereses en el Canal.

En 1888, con la firma del Tratado de Constantinopla, la zona del canal fue declarada como neutral, aunque bajo protección británica, por su parte, el Imperio Otomano accedió a permitir la libre navegación tanto en tiempos de guerra como de paz.
En 1914, con el inicio de la guerra, la importancia del Canal de Suez para el Imperio Británico se acrecentó súbitamente, dado que permitía mayor rapidez los refuerzos militares no solo de la India, sino también de las posiciones en Australia y Nueva Zelanda, por lo que fue necesaria desde un principio reforzar sus defensas, tarea sin dudas muy dificultosa, dado la extensión, la falta de infraestructura en caminos y vías férreas de la región.

El día 02 de Noviembre de 1914, como un gesto de reciprocidad hacia su agredida aliada, Rusia, el Imperio Británico le declaró la guerra al Otomano, por lo que las fronteras de su protectorado Khedivato de Egipto y Sudán estaban en peligro, más allá de la curiosa particularidad que en realidad era parte del territorio de su nuevo enemigo.

Las fuerzas británicas en su mayoría procedentes de la India, sumaban unos 30.000 soldados, que se retiraron a principios de noviembre, de la Península de Sinaí concentrándose en defender el lado occidental del canal, por su parte desde que el 02 de Agosto el Gobierno Otomano declarase la movilización de sus fuerzas armadas, el comandante del IV° Ejército con sede en Damasco, General de Brigada, Zekki Pashá, comenzó a planificar una operación contra el Canal de Suez siendo apoyado por el recientemente designado máxima autoridad para Siria y Palestina Djemal Pashá, miembro del triunvirato, junto al Ministro de Guerra Enver Pashá y al Ministro del Interior Talaat Pashá, que ejercía el poder real en Istambul.

El día 20 de Noviembre de 1914, cuando hacía ya dos días que Djemal se había hecho cargo del mando del IV° Ejército, se produjo la primera hostilidad, cuando una patrulla de 20 soldados del célebre Bikanir Camel Corps, compuesto por hindúes, fue atacado por unos 200 jinetes beduinos, aliados de los otomanos, en la aldea de Bir en Nuss unas 20 millas (32 km.) al este de Al Qantarah Sharqiyya, principal población al noreste del Canal de Suez. Si bien la patrulla perdió casi la mitad de sus componentes, logró rechazar al enemigo.

Si bien el combate fue menor, era el inicio de un conflicto en el cual el Imperio Británico ponía en juego la principal ruta de comunicación que unía la metrópoli con sus colonias más importantes.

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Mapa de la Región de Sinaí e Imagen del Canal de Suez en 1914.
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Columna de los célebres soldados hindúes del Bikanir Camel Corps, establecidos para defender el Canal de Suez.
 
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Publicado por en 20 noviembre, 2014 en 1914

 

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España centro de espionaje en la Primera Guerra Mundial


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Este año se cumple un siglo del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Conflicto al que no se le ha otorgado tanta importancia ni relevancia como a su sucesora la Segunda. Si bien algunos de los más destacados historiadores militares consideran que una fue consecuencia inevitable de la otra.

En ninguna de ellas España participó, al menos de forma directa. En la denominada Guerra del Catorce, España se declaró neutral lo que le permitió no tener que participar en las batallas que desangraron a Europa durante cuatro años. Pero, esta posición de no decantarse por ninguno de los dos bandos no impidió que se viera implicada en la contienda aunque, eso sí, de forma más sutil.

Wilhelm Canaris

Es conocido que los servicios de secretos de ambos bandos, por un lado los que se podrían definir como aliados o Entente liderados por Gran Bretaña y Francia y por otro la alianza liderada por los alemanes y el imperio Austro-Húngaro, desarrollaron una gran actividad en nuestro suelo patrio. Lo que es menos conocido son algunos de sus protagonistas. Por el lado alemán adquirió un gran protagonismo Wilhelm Canaris, perteneciente a la armada alemana fue el encargado de activar en España el espionaje alemán durante la contienda.

Hombre culto, políglota y de una especial sensibilidad y afecto por España supo implantar una red de colaboradores que permitió a Alemania hostigar en el Mediterráneo a la flota británica. Supo aglutinar los intereses políticos y militares de su patria de forma eficaz consiguiendo que España se convirtiera en un punto de referencia en materia de espionaje durante la Primera Guerra Mundial.

Hablaba perfectamente español y esto le permitió contactar y lograr la colaboración de personajes influyentes de la España de comienzos de siglo. Destacaron el banquero Ullmann y el empresario Echevarrieta. Estas dos personas fueron claves en cuanto que se unía el poder financiero con el poder naval de Echevarrieta, lo que le permitió a Canaris introducirse en el mundo de la marina militar española quien dependía para sus suministros del extranjero, entre ellos de los alemanes dejando de lado a los británicos.

Su objetivo fundamental fue consolidar una red de información y apoyo logístico para los submarinos alemanes que operaban en el Mediterráneo. Lo hizo y lo hizo bien hasta el punto de que las quejas del embajador británico al respecto fueron muy contundentes. Lo cierto es que Canaris, cuyo nombre en clave era el señor «Reed Rosas» utilizando la bahía de Cádiz y algunas islas menores de las Islas Baleares conseguía repostar los submarinos y aprovisionarles de víveres.

Hombre de fácil relación y trato afable, se ganó el apoyo para su causa no sólo de la sociedad civil sino también el de algunos de los altos mandos militares. Algunas fuentes sugieren que en está época conoció al que luego sería el general Franco. De lo que no cabe duda es que este oficial de la armada alemana suscitó la preocupación de los británicos y entendió que debía volver a Alemania para combatir a la flota británica en un puesto de primera línea de combate.

Intentó hacerlo pero, los italianos lo descubrieron gracias al chivatazo de un agente francés infiltrado en la embajada alemana en Madrid. El gobierno español intercedió por él y los italianos accedieron a ponerlo en libertad siempre que fuera entregado a los franceses. Lo metieron en un barco para así cumplir el acuerdo, pero consiguió convencer al capitán, que era español, de que no lo entregara sino que lo llevara a España de nuevo.

Posteriormente, consiguió llegar a Alemania donde asumió el mando de un submarino hasta el final de la guerra donde tuvo que hacer frente a la derrota de Alemania y una situación social en plena revolución.

Nunca perdió sus vínculos con España y este oficial tuvo un papel clave en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial. Pero esa es otra historia que merece una atención singularizada. Lo cierto es que no se pueden entender muchos de los grandes eventos de nuestra contienda local sin la figura de este alemán que comenzó su relación con nuestro país sirviendo al suyo desde las labores de espionaje.

 
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Publicado por en 20 noviembre, 2014 en Noticias relacionadas

 

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Wilhelm Canaris


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Wilhelm Franz Canaris (Aplerbeck, Dortmund; 1 de enero de 1887 – Campo de concentración de Flossenbürg, 9 de abril de 1945) fue un oficial de la Marina Imperial y la Kriegsmarine que participó en la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Llegó a ser almirante y jefe de inteligencia de la Marina Imperial y el ejército alemán durante el nacionalsocialismo en Alemania. Fue jefe de la Abwehr y uno de los cabecillas en varias conspiraciones contra Hitler, principalmente en la Operación Valquiria, del 20 de julio de 1944, por el que fue condenado a la horca.

Trayectoria militar en la Primera Guerra Mundial

En la Marina Imperial

Pese a que su familia era de tradición industrial, dentro de su educación Canaris tomó clases de español e inglés y a los 18 años y con la oposición de su padre ingresó en la Marina Imperial Alemana. Sirvió como teniente a bordo del crucero gemelo del SMS Emden, el SMS Dresden, desde su misma botadura. Gestionó el traslado de alemanes avecindados en el puerto de Veracruz en México, en plena guerra civil.

Canaris sirvió de intérprete en varias ocasiones ante las autoridades mexicanas, ya que era el único tripulante que dominaba el español a la perfección.

Isla de Pascua

El inicio de la Primera Guerra Mundial lo sorprende en pleno Atlántico. El Dresden se dirige a Tsingtao y espera órdenes del Almirantazgo. Se reúne con la flota del almirante Maximilian von Spee en la Isla de Pascua.

A bordo del Dresden sirve como teniente, oficial de informaciones y ayudante del comandante Fritz Lüdecke. Sus compañeros le apodan Kieka o ‘mirón’ por su don de observación y profundización de las cosas.

Batalla de Coronel

Después de la Batalla de Coronel en las costas chilenas el 1 de noviembre de 1914, donde la escuadra de Von Spee vence a una escuadra inglesa, la flota se dirige al puerto de Valparaíso. Allí Canaris sirve de intérprete a von Spee ante las autoridades chilenas. Luego la flota alemana se dirige a las Islas Malvinas, donde es derrotada el 8 de diciembre de 1914 en la Batalla de las islas Malvinas.

El Dresden es el único buque superviviente, el cual se refugia durante meses en los canales australes de la Patagonia chilena, especialmente en la ría de Quintupeu, viviendo la tripulación de los recursos naturales y eludiendo a sus perseguidores ingleses. Más tarde, cuando pretendía ser abastecido en la islas Más Adentro, hoy Robinson Crusoe, del Archipiélago Juan Fernández en el mar territorial de Chile, es sorprendido por fuerzas inglesas y hundido por la tripulación mientras estaba bajo fuego enemigo, fondeado en la Bahía Cumberland de esa isla.

Internamiento en Chile

La tripulación sobreviviente del Dresden, Canaris entre ellos, es internada en Chile, en la isla Quiriquina —frente al puerto de Talcahuano— y, pese a que formalmente eran prisioneros, el relajamiento de las medidas de seguridad impuestas por la Armada chilena permitió a varios de los oficiales alemanes viajar a Concepción en más de una oportunidad.

El «chileno» Reed Rosas

El 6 de agosto de 1915, provisto de un pasaporte chileno auténtico que fue conseguido por agentes de la embajada alemana en Buenos Aires, a nombre de Reed Rosas, un modesto vendedor anglochileno, Canaris emprendió un viaje de 500 kilómetros en tren hacia Osorno, llegando a esta ciudad el 6 de agosto y alojándose en la mansión Geyso. El desplazamiento lo hizo valiéndose de su excelente dominio del español.

Finalmente, Canaris se fuga de Chile desde Osorno junto con otros compañeros de armas. Von Geyso lo envía al fundo de la familia alemana Eggers, en Puyehue, a fin de preparar el cruce de la cordillera de los Andes, lo que hizo solo y a caballo.

Al otro lado, en una de las puntas del Lago Nahuel Huapi, era esperado por otro integrante de la familia Eggers, que lo cruzó en bote hasta San Carlos de Bariloche, ubicándolo por algunos días en la estancia de Luis von Bulow. Allí fue recibido por el cónsul alemán Karl Wiederhold, quien le proporcionó ayuda.

Canaris finalmente consigue embarcarse hacia Alemania en un carguero holandés que lo llevó a Rotterdam, desde donde retornó a Alemania, donde fue bien recibido y rápidamente ascendido a capitán.

Más tarde fue asignado como comandante de un submarino en el Mediterráneo, acreditándosele 18 hundimientos.

 
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Publicado por en 20 noviembre, 2014 en Ejército alemán, Personajes

 

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